Arrogancia

excesivo orgullo de una persona sobre sí misma, que la lleva a creer y exigir más privilegios de a los que tiene derecho

La arrogancia , como cualidad de arrogante, es sinónimo de «altanería, soberbia, altivez, engreimiento, orgullo, presunción, envaramiento, petulancia», etc.[1]

  • «El hombre superior se distingue del inferior por su intrepidez y su arrogancia en el dolor».[2]
  • «El té carece de la arrogancia del vino, del individualismo consciente del café, de la inocencia sonriente del cacao».[3]
  • «La felicidad es ciega, demasiado arrogante para ver precipicios bajo las flores que cubren su camino».[4]
  • «La victoria es por naturaleza insolente y arrogante».[5]
  • «Se reprochaba a la dama por ser demasiado orgullosa, y ella respondió: —Soy arrogante, pero no orgullosa. —¿Y qué diferencia establecéis entre la arrogancia y el orgullo? —El orgullo es ofensivo, y la arrogancia, defensiva».[6]
  • «Pasma ver adonde puede llegar la arrogancia del corazón humano estimulada por el menor éxito».
    [Mirum quo procedat improbitas cordis humani, parvulo aliquo invitata succesu][7]
  • «Tras una actitud de cierta modestia se esconde, a menudo, una verdadera arrogancia».[8]

En El Quijote

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  • «Finalmente, con una no vista arrogancia, llamaba de vos a sus iguales y a los mismos que le conocían, y decía que su padre era su brazo, su linaje, sus obras, y que debajo de ser soldado, al mismo rey no debía nada. Añadiósele a estas arrogancias ser un poco músico y tocar una guitarra a lo rasgado, de manera que decían algunos que la hacía hablar; pero no pararon aquí sus gracias, que también la tenía de poeta, y así, de cada niñería que pasaba en el pueblo, componía un romance de legua y media de escritura».[9]

Referencias

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  1. Definición de la RAE
  2. Ortega (2013), p. 2335.
  3. Ortega (2013), p. 547.
  4. En El visitador del pobre. Contexto completo: «La felicidad escucha mal las amonestaciones de la prudencia; es demasiado ciega, sobrado arrogante para ver precipicios bajo las flores que cubren su camino, ni razón donde no hay alegría: ella posee la ciencia de gozar, y desdeña todas las otras. El dichoso no escucha; pero hay pocos dichosos y por poco tiempo. Como la ventura enerva, el venturoso es débil, y cae por tierra al primer golpe de la desgracia». Obras completas: El visitador del pobre. Est. tip "Sucesores de Rivadeneyra,", 1894. pp. 228 y 147 [¿?].
  5. Palomo Triguero, Eduardo. Cita-logía. Punto Rojo Libros, ISBN 978-84-16068-10-4, p. 290.
  6. Ortega (2013), p. 3021.
  7. Goicoechea (1952), p. 368. Historia nat., II, XXIII.
  8. Schrödinger, Erwin. "Mi concepcion del mundo". Tusquets Editores. p. 22.
  9. Descripción del talante del cabrero en el Capítulo LI. "Que trata de lo que contó el cabrero a todos los que llevaban a don Quijote". Ver en línea.
  10. Frase jocosa por cambiar Sancho el orden de las palabras. Debería decir lo contrario: «arrogante con los soberbios y humilde con los humildes». En el capítulo LII, de la primera parte del Quijote. Pr.Gutenberg

Bibliografía

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  • Ortega, Arturo. El gran libro de las frases célebres. Penguin Random House Grupo Editorial. México, 2013. ISBN 6073116314, 9786073116312. En Google Books.

Enlaces externos

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