Luc de Clapiers
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Luc de Clapiers | |||||||||||
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«El comercio es la escuela del engaño». |
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Luc de Clapiers, más conocido como marqués de Vauvenargues (Aix-en-Provence, 6 de agosto de 1715 – París, 28 de mayo de 1747) fue un moralista y aforista francés.
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– Referencias – Bibliografía
Citas
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editar- «El comercio es la escuela del engaño».
[Le commerce est l'école de la tromperie][6]
- «El coraje es la luz de la adversidad».
[Le courage est la lumière de l'adversité][9]
- «El espíritu del hombre es más penetrante que consecuente; abraza más de lo que puede atar».[10]
- «El fruto del trabajo es el mejor de los placeres».[11]
- «El hombre que sabe sacar ventaja de sus liberalidades, posee una gran y notable economía».[12]
- «El mundo es un gran baile en el que todos están enmascarados».
[Le monde est un grand bal où chacun est masqué][13]
- «En la naturaleza no hay contradicciones».[16][17]
[Il est faux que l'égalité soit une loi de la nature. La nature n'a rien fait d'égal; sa loi souveraine est la subordination et la dépendance.][18]
- «Es un gran signo de mediocridad alabar siempre moderadamente».
[C'est un grand signe de médiocrité de louer toujours modérément.] [19][20]
L
editar- «La cólera no es más que una aversión súbita y violenta, inflamada por un ciego deseo de venganza».[23]
- «La esclavitud rebaja a los hombres hasta el punto de hacerse amar».
[La servitude abaisse les hommes jusqu'à s'en faire aimer][24]
- «La esperanza anima al hombre prudente, pero engaña al presuntuoso y al indolente que confía demasiado en sus promesas».[25]
- «La desesperación exagera no sólo nuestra desdicha, sino también nuestra debilidad».[26]
- «La experiencia que tenemos de los límites de nuestra razón, nos hace dóciles a las preocupaciones».[27]
- «La generosidad sufre los males de otro, como si fuera responsable de ellos».[28]
- «La indolencia es el sueño del espíritu».[30]
- «La insensibilidad a la vista de las miserias, es dureza; si en ello entra la complacencia, es crueldad».[31]
- «La razón nos engaña más a menudo que la naturaleza».[35]
- «Las fortunas rápidas en todo género son las menos sólidas, porque rara vez son la obra del mérito».[36]
- «Las frases lapidarias son los chistes de los filósofos».[37]
- «Las leyes deben ser severas y los hombres indulgentes».[38] y «Aquel más severo de la ley, es un tirano».[39]
- «La valentía, que nuestros antepasados admiraban como la primera de las virtudes, ahora se considera generalmente como un error popular».[41]
- «La vivacidad consiste en la prontitud de las operaciones del espíritu».[42]
- «Los dones de la naturaleza valen más que los del arte».[44]
- «Los grandes pensamientos proceden del corazón».
[Les grandes pensées viennent du cœur.] [45][46][47] Voltaire dijo que «Al escribir esto, aunque no lo sabía, pintó su propio retrato».[48]
- «Los vanidosos no pueden ser hábiles, porque no son capaces de callarse».[51]
N
editar- «Ni la incuria puede envilecer a las almas fuertes, ni la riqueza elevar a los espíritus mezquinos».[55]
- «No tenemos derecho a hacer desgraciados a aquellos a quienes no podemos hacer buenos».[56]
P
editar- «Para llevar a cabo grandes empresas, es necesario vivir como si nunca fueramos a morir».
[Pour exécuter de grandes choses, il faut vivre comme si l'on ne devait jamais mourir.][57][58][59]
Q
editarS
editar- «Sólo se puede ser justo siendo humano».[61][62]
[On ne peut être juste si l'on n'est humain].[63][64]
T
editar- «Todas las ridiculeces de los hombres no caracterizan tal vez más que un solo vicio: la vanidad».[65]
- «Todo se puede esperar y temer del tiempo y de los hombres».[66]
- «Todos los hombres nacen sinceros y mueren mentirosos».[67]
Discursos
editar- «Amigos míos, reís con demasiada facilidad. Lo siento por estas pobres criaturas, obligadas a ejercer esa profesión para ganarse el pan. El mundo está lleno de penas que me retuercen el corazón; si vamos a ser amables solo con quienes lo merecen, es posible que nunca se nos llame para ello. Debemos ser indulgentes con los débiles que necesitan más apoyo que los virtuosos; y debemos recordar que los errores de los desafortunados siempre son causados por la dureza de los ricos».[68]
Citas sobre Vauvenargues
editar- «En su compañía aprendimos cómo vivir, y cómo morir».[48]
Referencias
editar- ↑ Orbaneja, Eduardo (1998). El saber del pueblo. Establecimiento tipográfico de J. Pastor, Valladolid, 1890. CIE. p. 398. ISBN 8493001643.
- ↑ Ortega (2013), p. 3195.
- ↑ D. R. C. (1858), p. 14.
- ↑ Bartra (1994), p. 319.
- ↑ Vauvenargues (1857),maxime 329, p. 422
- ↑ Vauvenargues (1857), maxime , p.
- ↑ Bartra (1994), p. 319.
- ↑ Señor (1997), p. 182.
- ↑ Vauvenargues (1857), maxime , p.
- ↑ Ortega (2013), p. 1580.
- ↑ Señor (1997), p. 527.
- ↑ Ortega (2013), p. 1352.
- ↑ Vauvenargues (1857), maxime , p.
- ↑ Señor (1997), p. 405.
- ↑ Señor (1997), p. 252.
- ↑ Bartra (1994), p. 319.
- ↑ Ortega (2013), p. 2830.
- ↑ Vauvenargues (1857), maxime 227, p. 401
- ↑ Vauvenargues (1857), maxime 12, p. 375
- ↑ Ortega (2013), p. 2622.
- ↑ Bartra (1994), p. 319.
- ↑ Ortega (2013), p. 1828.
- ↑ D. R. C. (1858), pp. 43-44.
- ↑ Vauvenargues (1857), maxime , p.
- ↑ Ortega (2013), p. 1567.
- ↑ Ortega (2013), p. 1167.
- ↑ D. R. C. (1858), p. 187.
- ↑ D. R. C. (1858), p. 104.
- ↑ Ortega (2013), p. 1990.
- ↑ Ortega (2013), p. 2253.
- ↑ D. R. C. (1858), p. 128.
- ↑ Bartra (1994), p. 319.
- ↑ Vauvenargues (1857), maxime 251, p. 404
- ↑ Ortega (2013), p. 3034.
- ↑ Bartra (1994), p. 318.
- ↑ D. R. C. (1858), p. 102..
- ↑ Bartra (1994), p. 318.
- ↑ Ortega (2013), p. 2416.
- ↑ Señor (1997), p.132 .
- ↑ Señor (1997), p. 587.
- ↑ En Réflexions (1746), según Gosse.
- ↑ D. R. C. (1858), p. 244.
- ↑ Ortega (2013), p. 902.
- ↑ D. R. C. (1858), p. 25.
- ↑ Vauvenargues (1857), maxime 127, p. 386
- ↑ Bartra (1994), p. 319.
- ↑ Señor (1997), p. 480.
- ↑ 48,0 48,1 48,2 48,3 48,4 48,5 48,6 Gosse (1918).
- ↑ D. R. C. (1858), p. 124.
- ↑ D. R. C. (1858), p. 182.
- ↑ Señor (1997), p. 415.
- ↑ Bartra (1994), p. 319.
- ↑ Señor (1997), p. 472.
- ↑ Ortega (2013), p. 1897.
- ↑ Señor (1997), p. 153.
- ↑ Ortega (2013), p. 1175.
- ↑ Vauvenargues (1857), maxime 142, p. 388
- ↑ Bartra (1994), p. 319.
- ↑ Señor (1997), p. 257.
- ↑ Vauvenargues (1857), maxime , p.
- ↑ Bartra (1994), p. 319.
- ↑ Ortega (2013), p. 2364.
- ↑ Vauvenargues (1857), maxime 28, p. 376
- ↑ Señor (1997), p. 311.
- ↑ D. R. C. (1858), pp. 233-234.
- ↑ Ortega (2013), p. 3384.
- ↑ Señor (1997), p. 370.
- ↑ Ante las burlas de sus compañeros del regimiento tras dar dinero a una joven que ejercitaba la prostitución. Recogida por Gosse en Three French Moralists and The Gallantry of France (1918). Ver Bibliogr.
Bibliografía
editar- Bartra (datos.bne). Frases y citas célebres. Grijalbo. ISBN 8425315263.
- Vauvenargues, Luc de Clapiers (1857). Réflexions et maximes. Œuvres de Vauvenargues. Furne et Cie.
- Vauvenargues (2011). Reflexiones y máximas. Trad. Manuel Machado. Renacimiento, col. 'A la mínima'. ISBN 978-84-8472-618-0.
- D. R. C. (1858). Tesoro de la sabiduria de todos los siglos y paises: sentencias, pensamientos, máximas y dichos memorables de los sabios y hombres celebres. El Libro de Oro, Madrid. [1] Consultado el 8 de marzo de 2020.
- Gosse, Edmund (1918). [en inglés] Three French Moralists and The Gallantry of France. Londres, William Heinemann. EnProject Gutenberg.
- Ortega, Arturo (2013). El gran libro de las frases célebres. Penguin Random House Grupo Editorial. México, 2013. ISBN 6073116314, 9786073116312. En Google Libros.
- Señor, Luis (1.ª ed. 1997/2017). Diccionario de citas. Espasa Calpe. ISBN 8423992543.