Miguel de Unamuno

filósofo y escritor español
(Redirigido desde «Unamuno»)
Miguel de Unamuno
«Cuanto menos se lee, más daño hace lo que se lee».
«Cuanto menos se lee, más daño hace lo que se lee».
Véase también
Biografía en Wikipedia.
Multimedia en Wikimedia Commons.
Obras en Wikisource.
Datos en Wikidata.
Esta página contiene citas de una persona fallecida hace 88 años.

Miguel de Unamuno (Bilbao, 29 de septiembre de 1864 – Salamanca, 31 de diciembre de 1936) fue un escritor y filósofo español de la Generación del 98.

Índice:
Top - 0-9 · A · B · C · D · E · F · G · H · I · J · K · L · M · N · O · P · Q · R · S · T · U · V · W · X · Y · ZCitasCitas en versoCitas de sus obrasCitas sobre UnamunoVéase tambiénReferenciasBibliografíaEnlaces externos

  • «Cada nuevo amigo que ganamos en la carrera de la vida nos perfecciona y enriquece más aún por lo que de nosotros mismos nos descubre, que por lo que de él mismo nos da».[2]
  • «Con maderas de recuerdos armamos las esperanzas».[3]
  • «¿De cuándo acá ha de ser el autor de un libro el que mejor lo entienda?».[4]
  • «Déjales con lo que llaman sus ideas, cuando en realidad son ellos de las ideas que llaman suyas».[5]
  • «El cielo de la fama no es muy grande y cuantos más en él entren a su cama, a menos tocan cada uno de ellos».[6]
  • «El escritor sólo puede interesar a la humanidad cuando en sus obras se interesa por la humanidad».[7][8]
  • «El hombre es un producto social y la sociedad debe impedir que se pierda para ella».[9]
  • «El modo de dar una vez en el clavo es dar cien veces en la herradura».[10]
  • «El nacionalismo es la chifladura de exaltados echados a perder por indigestiones de mala historia».[11]
  • «El nombre es, en cierto sentido, la cosa misma; dar nombre a las cosas es conocerlas y apropiárselas; el nombramiento es el acto de posesión espiritual».[12]
  • «El periodismo mata la literatura».[13]
  • «El tener que ganarse la vida perturba la serenidad del espíritu».[14]
  • «Es detestable esa avaricia espiritual que tienen los que sabiendo algo, no procuran la transmisión de esos conocimientos».[15]
  • «Es en el aspecto religioso donde hay que ir a buscar lo más típico y lo más radical de un pueblo».[16]
  • «Fe sin dudas es fe muerta».[17]
  • «Han sido siempre poetas, hombres enamorados de la gloria, los que han cantado la vanidad de ella».[18]
  • «Hasta cuando la mujer tiene menos inteligencia, tiene más sentido común que el hombre».[19]
  • «Hasta un ateo necesita a Dios para negarlo».[20]
  • «Hay que buscar la verdad y no la razón de las cosas. Y la verdad se busca con humildad».[21]
  • «He dicho alguna vez, con escándalo acaso de ciertos pedantes, que la verdadera universidad popular española han sido el café y la plaza pública».[22]
  • Hubo árboles antes de que hubiera libros, y acaso cuando acaben los libros continúen los árboles. Y acaso llegue la humanidad a un grado de cultura tal que no necesite ya de libros, pero siempre necesitará de árboles, y entonces abonará los árboles con libros».[23]
  • «La conciencia es una enfermedad».[24] y «La conciencia surge de las oposiciones».[25]
  • «La envidia es mil veces más terrible que el hambre, porque es hambre espiritual».[26][27]
  • «La fe se mantiene resolviendo dudas y volviendo a resolver las que den la resolución de las anteriores».[28]
  • «La felicidad es una cosa que se vive y se siente, no una cosa que se razona y se define».[29]
  • «La guerra ha sido siempre un factor de progreso; por ella es como aprenden a conocerse y quererse vencedores y vencidos.[30] [...] El progreso consiste en el cambio».[31]
  • «La humildad consiste en transigir con la mentira».[32]
  • «La libertad es un bien común y, mientras no participen todos de ella, no serán libres los que se creen tales».[33]
  • «La opresión, una mentecatada. Hablar de nacionalidades oprimidas —perdonadme la fuerza, la dureza de la expresión— es sencillamente una mentecatada; no ha habido nunca semejante opresión, y lo demás es envenenar la Historia y falsearla».[34]
  • «La peor intolerancia es la de eso que llaman razón».[35]
  • «La sangre de mi espíritu es mi lengua. Y mi patria es allí donde resuena».[36]
  • «La última y definitiva justicia es el perdón».[37]
  • «La vida del hombre sobre la tierra es combate, y combate primero y ante todo consigo mismo».[38]
  • «La vida es duda, y la fe sin la duda es sólo muerte».[39]
  • «La vida no es sueño. El más vigoroso tacto espiritual es la necesidad de persistencia en una forma u otra. El anhelo de extenderse en tiempo y en espacio».[40]
  • «Lo que cansa y se estudia a disgusto, se aprende mal».[41]
  • «Lo que no se sabe expresar no se sabe».[42]
  • «Los que reniegan de Dios es por desesperación de no encontrarlo».[43]
  • «Me ahogo, me ahogo, me ahogo en este albañal y me duele España en el cogollo del corazón».[45][46]
  • «Me cago en el vapor, la electricidad y en los sueros inyectados».[47]
  • «Mi divisa es: veritas prius pace, primero la verdad que la paz. Es mejor verdad con guerra que mentira con paz».[48]
  • «Miremos más que somos padres de nuestro porvenir que hijos de nuestro pasado».[49] «Procuremos ser padres de nuestro porvenir, más que hijos de nuestro pasado».[50]
  • «No caben, en punto a lenguaje, vinos nuevos en viejos odres».[51]
  • «No des a nadie lo que te pida, sino lo que entiendes que necesita; y soporta luego su ingratitud».[52]
  • «No nos molestan aquellos defectos que nosotros no tenemos».[53]
  • «No sé de qué se trata, pero me opongo».[54]
  • «Nuestra sátira, nuestro sarcasmo, se parece más al humour inglés que no a la ironía francesa».[55]
  • «Obra de modo que merezcas a tu propio juicio y a juicio de los demás la eternidad, que te hagas insustituible, que no merezcas morir».[56]
  • «Que al fuerte siempre la piedad le inspira».[57]
  • «Salvadnos jóvenes, verdaderos jóvenes, los que no mancháis las páginas de vuestros libros de estudio ni con sangre ni con bilis. Salvadnos por España, por la España de Dios, por Dios, por el Dios de España, por la Suprema Palabra creadora y conservadora».[58]
  • «Siente el pensamiento, piensa el sentimiento».[59]
  • «Soberbia y refinada mediocridad es abstenerse de obrar por no exponerse a la crítica».[60]
  • «Todo acto de bondad es una demostración de poderío».[61]
  • «Tu desconfianza me inquieta y tu silencio me ofende».[62]
  • «Una de las ventajas de no ser feliz es que se puede desear la felicidad».[63][64]
  • «Un amor puede vivir de recuerdos. El odio necesita realidades presentes».[65]
  • «Un pedante es un estúpido adulterado por el estudio».[66]
  • «Venceréis pero no convenceréis».[67][68]
  • «Y hay que viajar [...], por topofobia, para huir de cada lugar, no buscando aquel a que va, sino escapándose de aquel de donde parte».[69]
  • «Yo no aseguro ni puedo asegurar que hay otra vida; no estoy convencido de que la haya; pero no me cabe en la cabeza que un hombre de verdad no sólo se resigne a gozar más que de esta vida, sino que renuncie a la otra, y hasta la rechace».[70]
  • «Yo tengo tan buena memoria, como buen olvido».[71]
  • «Y pasan los días sin que pase nada, y todo queda pues pasa todo».[72]

Citas en verso

editar
 
Dibujado por Ramón Casas
  • «De esta enorme injusticia sé testigo,
    que así mi canto con tu canto entona,
    y no me digas lo que no te digo».[73]

Tesis y reflexiones

editar
  • «En este libro tan profundamente anticristiano[74] leí aquello del programa de 1903 de la Action Francaise que "un verdadero nacionalista pone la patria ante todo y, por ende, concibe, trata y resuelve todas las cuestiones políticas en su relación con el interés nacional". Al leer lo cual me acordé de aquello de "mi reino no es de este mundo", y pensé que para un verdadero cristiano —si es que un verdadero cristiano es posible en la vida civil— toda cuestión política o lo que sea, debe concebirse, tratarse o resolverse en su relación con el interés individual de la salvación eterna, de la eternidad. ¿Y si perece la patria? La patria de un cristiano no es de este mundo. Un cristiano debe sacrificar la patria a la verdad».[75]
  • «Mi situación económica se ha resuelto gracias a los americanos. Entre La Nación, de Buenos Aires —mi tribuna hoy—; Caras y Caretas, también de Buenos Aires, y el Diario Ilustrado, de Santiago de Chile, me han emancipado, ¡Gracias a Dios!, de la prensa española. Allí pagan triple que aquí y agradecen quíntuple».[76]
  • «La libertad no es un estado sino un proceso; sólo el que sabe es libre, y más libre el que más sabe. Sólo la cultura da libertad. No proclaméis la libertad de volar, sino dad alas; no la de pensar, sino dad pensamientos. La libertad que hay que dar al pueblo es la cultura. Sólo la imposición de la cultura lo hará dueño de sí mismo, que es en lo que la democracia estriba».[77]
  • «Ni, pues, el anhelo vital de inmortalidad humana halla confirmación racional, ni tampoco la razón nos da aliciente y consuelo de vida y verdadera finalidad a ésta. Mas he aquí que en el fondo del abismo se encuentran la desesperación sentimental y volitiva y el escepticismo racional frente a frente, y se abrazan como hermanos. Y va a ser de este abrazo, un abrazo trágico, es decir, entrañadamente amoroso de donde va a brotar el manantial de la vida, de una vida seria y terrible».[78]
  • «Una de las más fecundas tareas que a los escritores en lengua castellana se nos abren es la de forjar un idioma digno de los varios y dilatados países en que se ha de hablar, y capaz de traducir las diversas impresiones e ideas de tan diversas naciones. Y el viejo castellano, acompasado y enfático, lengua de oradores más que de escritores —pues en España los más de estos últimos son oradores por escrito— el viejo castellano necesita refundición. Necesita para europeizarse a la moderna más ligereza y más precisión a la vez... Revolucionar la lengua es la más honda revolución que puede hacerse. Sin ella, la revolución en las ideas no es más que aparente».[79]

Sobre la fe, creer y crear

editar
  • «Creer en Dios es, en cierto modo, crearle».[80] Y «La fe es la fuente de la realidad, porque es la vida; creer es crear».[81]; y «¡Creer lo que no vimos, no!, sino crear lo que no vemos. Crear lo que no vemos, sí, crearlo y vivirlo, y consumirlo, y volverlo a crear y consumirlo de nuevo, viviéndolo otra vez, para otra vez crearlo... y así; en incesante tormento vital».[82] Y, también: «El que tiene fe en sí mismo no necesita que los demás crean en él».[83]

Citas de sus obras

editar

Del sentimiento trágico de la vida

editar
  • «Es el amor hijo del engaño y padre del desengaño».[84]
  • «Hay quien vive del aire sin conocerlo».[85]

La agonía del cristianismo

editar
Página principal: La agonía del cristianismo
  • «El cristianismo es apolítico».[86]

Niebla

editar
  • «¿Y qué es amor? ¿Quién definió el amor? Amor definido deja de serlo».[87]
editar
  • «Nada hay más ambiguo que eso que se llama realismo en el arte literario. Porque, ¿qué realidad es la de ese realismo? »[88]

Citas sobre Unamuno

editar
  • «Don Miguel de Unamuno, considerando nuestra literatura, había condenado un casticismo que califica de estéril, admitiendo que los escritores de América habían influido ya en las modernas maneras de escribirse el castellano. Pero no todos los intelectuales españoles compartían, en aquellos días, el criterio de Unamuno. Y nosotros, por reflejo defensivo, nos marginábamos voluntariamente de lo que en España se escribía».[89]
  • «El Gobierno ha resuelto clausurar el Ateneo de Madrid, destituir de su puesto y cátedra a D. Miguel de Unamuno y desterrarle [...]. La primera medida está fundada en la contumacia y tenacidad con que la citada Sociedad, separándose de sus fines y aun contra la voluntad de gran número de sus socios, viene dedicándose a hacer política estridente y perturbadora».[90]
  • «Pocos escritores cuenta la literatura española contemporánea tan reaccionarios como Unamuno (...) Don Miguel no era un existencialista: era la Niña de los Peines y Conchita Piquer en una sola pieza, un fenómeno marginal y aberrante».[91]
  • «Unamuno ha dado una conferencia en el Ateneo de Madrid sobre el alma. ¡Qué delirante galimatías es este hombre y este país!».
    Unamuno ha donat una conferència (política) a l'Ateneu de Madrid sobre l'ànima. Quin delirant galimaties és aquest home i aquest país!.[92]

Citas por autor

editar

Antonio Machado

editar
Página principal: Machado
  • «A la muerte de don Miguel de Unamuno, hubiera dicho Juan de Mairena: “De todos los grandes pensadores que hicieron de la muerte tema esencial de sus meditaciones, fue Unamuno el que menos habló de resignarse a ella.”».[93][94]
  • «Este donquijotesco
    don Miguel de Unamuno, fuerte vasco,
    lleva el arnés grotesco
    y el irrisorio casco
    del buen manchego. Don Miguel camina,
    jinete de quimérica montura,
    metiendo espuela de oro a su locura,
    sin miedo de la lengua que malsina».[95]

Ortega y Gasset

editar
Página principal: Ortega y Gasset
  • «He leído el libro [Vida de don Quijote y Sancho] de don Unamuno de Vizcaya: casi todas las ideas de dicha obra me parecen bien, tanto que en un ensayo que por vía de ensayo había yo aquí compuesto y terminado aún no hace una semana, se hallaban casi todas; pero este hombre presenta solo las conclusiones y no tiene la caridad de ofrecer el camino para que se llegue o por que se ha llegado a ellas, de suerte que no creo lo entiendan. Además, ha tenido el secreto de hacer sobre el libro más simpático (en sentido científico) del universo, el libro más antipático y repelente de la tierra. [...] Comete, además, dos errores, uno de ellos indignante: el primero suponer que solo mueve al hombre el ansia de gloria al querer hacer algo más que lo vulgar y corriente. Esto es muchas veces pero no siempre. Y segundo, el desconsiderar a Cervantes, cuando acaso no existirá otra obra... que sean más obra y carne y sangre de su autor que ésta. Pero en fin, todo esto de Unamuno carece de importancia...».[96]
  • «La voz de Unamuno sonaba sin parar en los ámbitos de España desde hace un cuarto de siglo. Al cesar para siempre, temo que padezca nuestro país una era de atroz silencio».[97]

Referencias

editar
  1. Palomo (2013), p. 265.
  2. Unamuno, Miguel de. Ensayos, volumen 7, p. 39. Editor Est. tip. de Fortanet, 1918.
  3. Ortega (2013), p. 3559.
  4. Señor (1997), p. 342.
  5. Menciones en GLibros
  6. Palomo (2013), p. 127.
  7. Palomo (1997), p. 158.
  8. Ortega (2013), p. 1557.
  9. Azorín Cartas y escritos complementarios, p. 102. Editorial Generalitat Valenciana, Conselleria de Cultura, Educació i Ciència, 1990.
  10. Palomo (2013), p. 23.
  11. Capmany Sans, Dani; González Yuste, J. Luis; Marín Lecina, David. Tierra de nadie: para una educación y una sociedad internacionalista, p. 39. Visión Libros ISBN 978-84-9983-587-7.
  12. Bartra (1994), p. 313.
  13. Bartra (1994), p. 313.
  14. Bartra (1994), p. 313.
  15. Palomo (2013), p. 254.
  16. Unamuno, Miguel de. Obras completas, volumen 1, p. 272. Editor Manuel García Blanco. Editorial Escelicer, 1966.
  17. Bartra (1994), p. 313.
  18. En Almas jóvenes (1944). p. 46. En Google Libros.
  19. Bartra (1994), p. 313.
  20. Nieto Aguilar, Gilberto. El milagro del comienzo: Una transición de estudiante a profesor. Editorial Palibrio, 2012. ISBN 978-14-6334-273-9.
  21. Unamuno, Miguel de. Diario íntimo: (1897), p. 71. Editorial Universidad de Salamanca, 2012. ISBN 978-84-9012-155-9.
  22. Obras completas de Unamuno, volumen 9, p. 445. Editor Manuel García Blanco. Editorial Escelicer, 1966.
  23. Unamuno: De esto y de aquello: escritos no recogidos en libro, p. 115. ISBN 9788423915507. En Google Libros.
  24. Bartra (1994), p. 313.
  25. Ortega (2013), p. 834.
  26. Ortega (2013), p. 1506.
  27. Palomo (2013), p. 113.
  28. Ortega (2013), p. 1338.
  29. Ortega (2013), p. 1742.
  30. Ortega (2013), p. 1972.
  31. Ortega (2013), p. 643.
  32. Bartra (1994), p. 314.
  33. Señor (1997), p. 326.
  34. «Don Miguel de Unamuno frente al Estatuto», ABC, 2 de junio de 1932. Torrealdai, Joan Mari. El libro negro del euskera. Editorial Ttarttalo, 1998, ISBN 978-84-8091-395-9, p. 83.
  35. Bartra (1994), p. 314.
  36. Ortega (2013), p. 2189.
  37. Señor (1997), p. 311.
  38. Discurso con ocasión del I Centenario del nacimiento de Darwin, Valencia, 22 de febrero de 1909. Recogido en Evolución del pensamiento político de Unamuno, Urrutia, Manuel M.ª. p. 138. Universidad de Deusto, 2009. ISBN 8498308437, 9788498308433.
  39. Señor (1997), p. 160.
  40. M. LAABI, Saamir: Citas y frases célebres, selecta colección de citas con el pensamiento de los personajes célebres que han hecho historia, LIBSA, Madrid, 2000
  41. Giner (1967), p. 506-8
  42. Meditaciones y ensayos espirituales, Ed. Escélicer, 1966.p. 668. En Google Libros.
  43. López Quintás, Alfonso (1999). Cuatro filósofos en busca de Dios. Ed. Rialp. ISBN 978-8432132629. p. 62.
  44. Señor (1997), p. 286.
  45. Carta escrita en noviembre de 1923 a un español residente en Buenos Aires. Cúneo, Dardo. Sarmiento y Unamuno. Editorial Universidad de Salamanca, 1997. ISBN 9788474818765, p. 54. Incluido en el Epistolario americano (1890-1936) recogido por Laureano Robles. Editorial Universidad de Salamanca, 1996. ISBN 9788474819816, p. 484.
  46. Esta expresión del dolor por España, característico de los escritores de la Generación del 98, rememora quizá al padre Feijoo, quien en 1739 había escrito: «El descuido de España lloro, porque el descuido de España me duele». Según Russell P. Sebold, en Ensayos de meditación y crítica literaria. Editorial Universidad de Salamanca, 2004. ISBN 9788478006625, p. 261.
  47. Ver contexto en Cuadernos de la Cátedra: pág. 118. Citado por Manuel Menéndez Alzamora. La Generación del 14: Una aventura intelectual, p. 6. Editorial Siglo XXI, 2009. ISBN 9788432315015.
  48. Escrito en 1909.Ver menciones en GLibros; [frase grabada en la fachada de la Casa Museo de Unamuno, Salamanca].
  49. Ortega (2013), p. 3387.
  50. Palomo, Eduardo. Cita-logía. pág. 236 Punto Rojo Libros, 2013. ISBN 9788416068104.
  51. Bartra (1994), p. 314.
  52. Señor (1997), p. 298.
  53. Señor (1997), p. 124
  54. Dicho, según la anécdota al llegar a una reunión. Citado en Estado mayor de la opinión pública, números 1-12, p. XVIII. Publicado en 1977.
  55. De «Malhumorismo», diciembre de 1910. Citado en "Oyéndose casualmente a sí mismo: de Hamlet a Augusto Pérez", por Roberts, Stephen G. H.; incluido en Miguel de Unamuno. Estudios sobre su obra, I. Jornadas Unamunianas (4: 2001: Salamanca), p. 95. Universidad de Salamanca, 2003. ISBN 9788478006779. En GLibros.
  56. Palomo (2013), p. 212.
  57. Ortega (2013), p. 1867.
  58. Discurso de Unamuno en la apertura del curso académico de la Universidad de Salamanca el 30 de septiembre de 1934.
  59. Verso del poema «Credo poético». Ver menciones en GLibros.
  60. Ortega (2013), p. 2916.
  61. Palomo (2013), p. 54.
  62. Palomo (2013), p. 89. [requiere fuente original]
  63. Señor (1997), p. 233.
  64. Palomo (2013), p. 133.
  65. Giner (1967),1168-1172
  66. Señor (1997), p. 471.
  67. Discurso en el Paraninfo de la Universidad de Salamanca, el 12 de octubre de 1936, ante las actitudes amenazadoras de los militares presentes, «Unamuno tuvo que salir del recinto acompañado por la esposa del general Franco. A raíz del incidente, el claustro universitario destituyó a Unamuno como rector». Recogido en "Miguel de Unamuno (electo, 1932)".Real Academia Española. Consultado el 29 de octubre de 2020.
  68. Bartra (1994), p. 313.
  69. Goicoechea (1995), p. 487. En Andanzas y visiones españolas.
  70. Ponce, Fernando. Aventura y destino de Valle Inclán. Editorial Ed. Marte, 1969, p. 70.
  71. Palomo (1997), p. 196.
  72. Ortega (2013), p. 3984.
  73. En "¡Dime qué dices, mar!"; menciones en Google Libros.
  74. Maurras, Charles. Enquête sur la monarchie. Les Écrivains de la renaissance française. Editor Henri Dutrait-Crozon. 2.ª edición. Editorial Nouvelle Librairie Nationale, 1924. Procedencia del original: Universidad de Michigan. Digitalizado: 28 de junio de 2006.
  75. Robles Muñoz, Cristóbal. La Santa Sede y la II República, 1931. De la conciliación al conflicto, p. 19. Editorial Visión Libros, 2014, ISBN 978-84-1596-520-6.
  76. Carta a su amigo Ignacio Zuloaga. Epistolario completo Ortega-Unamuno, por Laureano Robles. Madrid, El Arquero, 1987. Incluido en Cien artículos de Azorín en «La Prensa», p. 23. Universidad de Alicante, 2012.
  77. De Pensamiento político, selección de textos y estudio preliminar de Elías Díaz, Madrid, Tecnos, 1965, pág. 213.
  78. García Bacca, Juan David. Nueve grandes filósofos contemporáneos y sus temas: Bergson, Husserl, Unamuno, Heidegger, Scheler, Hartmann, W. James, Ortega y Gasset, Whitehead, p. 108. Editorial Anthropos, 1990. ISBN 9788476582015.
  79. «La reforma del castellano», en Ensayos, I, pp. 92-93. Citado por Zamora Vicente, Alonso: «IV. ¿Una lengua más pobre?» en Al trasluz de la lengua actual. Editorial Universidad Complutense,1988.
  80. Unamuno (1983), p. 21.
  81. Díaz-Peterson, Rosendo. Estudios sobre Unamuno. Verbum Editorial, 2013 ISBN 978-84-7962-802-4, p. 16.
  82. Respuesta a la pregunta ¿qué es la fe? en un artículo titulado «La fe».Díaz-Peterson, Rosendo. Estudios sobre Unamuno. Verbum Editorial, 2013 ISBN 978-84-7962-802-4, p. 56.
  83. Palomo (2013), p. 80.
  84. Del sentimiento trágico de la vida, cap. VII. Ed. Akal, 1983 ; pág. 180. ISBN 8473396766, 9788473396769.
  85. Del sentimiento trágico de la vida;menciones
  86. La agonía del cristianismo. Unamuno (1983), p. 416.
  87. Unamuno, Miguel de. Niebla. Editorial Booklassic, 2015. ISBN 978-96-3527-062-0. Capítulo IV.
  88. Unamuno (1920). Tres novelas ejemplares y un prólogo. Colección Contemporánea. Calpe. pp. 13. 
  89. Carpentier, Alejo. «Lo universal del habla americana», artículo del 24 de diciembre de 1977 en El País.
  90. Decreto de febrero de 1924 firmado por Primo de Rivera. Citado por Margarita Garbisu en «Entre la cacharrería y la biblioteca, dos siglos después», revista Rinconete del 17.04.2020.
  91. Contra Unamuno y los demás, p. 22. Barcelona: Ediciones Península, 1975. ISBN 8429711031.
  92. El quadern gris. Edición de 2005 en Biblioteca Básica de El Periódico (pág. 287); ISBN 84-96414-79-5.
  93. Texto originalmente publicado en Madrid, revista de la Casa de la Cultura Española (ca. enero de 1937).
  94. Machado, Antonio (1973 (5.ª ed.). Juan de Mairena II. Losada. p. 168 (XIX*). 
  95. Poema 'A don Miguel de Unamuno', en Campos de Castilla.Machado, Antonio (1985). Poesías completas. Espasa-Calpe. p. 247. ISBN 8423920011.  en Google Libros.
  96. Carta a Francisco Navarro Ledesma. Leipzig, marzo de 1905, de Garagorri, Paulino. En "Unamuno y Ortega, frente a frente". Edición digital de la edición de Cuadernos Hispanoamericanos, núm. 190 (octubre 1965), pp. 15-32, 2016.
  97. Publicado en La Nación (enero de 1937). Recogido en el portal de la Real Academia [en línea.

Bibliografía

editar
  • Giner (José Luis Díaz y Vicente González 1967). Gran enciclopedia de frases célebres. Ediciones Giner. p. 1168-1172. M.2003-1967. 
  • Ortega, Arturo. El gran libro de las frases célebres. Penguin Random House Grupo Editorial. México, 2013. ISBN 6073116314, 9786073116312. En Google Books.
  • Señor, Luis (1ª ed. 1997 / 2017). Diccionario de citas. Espasa Calpe. ISBN 8423992543. 
  • Unamuno, Miguel de (1983). Del sentimiento trágico de la vida. La agonía del cristianismo. Ediciones AKAL. ISBN 978-84-7339-676-9.

Enlaces externos

editar