Miau (Galdós)

novela de Benito Pérez Galdós

Miau (1888) es una novela de Benito Pérez Galdós.

Citas de la obra

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  • «—Parece mentira que en tantos años no hayáis aprendido a conocer a ese hombre (exaltándose), el más malo y más traicionero que hay bajo la capa del sol. Para hacerle más temible, Dios, que ha hecho tan hermosos a algunos animales dañinos, le dio a este el mirar dulce, el sonreír tierno y aquella parla con que engaña a los que no le conocen, para atontarles, fascinarles y comérseles después... Es el monstruo más...».[1]
    • Fuente: Capítulo XXIV, p. 232.[2]
  • «Yo me lavo las manos; yo me estoy en mi casa, y si vienen revoluciones, que vengan; si el país cae en el abismo, que caiga con cien mil demonios. Después dirán: "¡qué lástima no haber planteado los cuatro puntos aquellos del buen Villaamil, Moralidad, Income tax, Aduanas, Unificación!". Pero yo diré: tarde piache... "Haberlo visto antes". Dirán: "pues que sea Villaamil Ministro"; y yo responderé: "cuando quise no quisiste, y ahora... a buena hora mangas verdes...".».[1]
    • Fuente: Capítulo XXXIII, p. 329.[4]

Citas sobre la novela

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  • «... el significado último de Miau, incluso como título, el simbolismo irónico, y al comprensión del protagonista, puede entenderse mejor si examinamos el propio término miau. Además de las dos fuentes citadas por Robert Weber, está el significado según el uso popular de la palabra en español. José María Iribarren incluye el término miau en su libro, El porqué de los dichos, y señala: "El diccionario sólo incluye esta voz como 'onomatopeya del maúllo del gato.' Sin embargo, tiene mucho uso en la conversación familiar y en el habla vulgar como interjección negativa, con el mismo sentido que las expresiones 'eso es mentira,' '¡qué te crees tú eso!', 'no me vengas con tonterías,' etc." [El porqué de los dichos (Madrid: Aguilar, 1955), p. 408.]
    Sería razonable suponer que el término, con el significado citado por Iribarren, estuviese presente en tiempos de Galdós en el español de las calles de Madrid. Si el novelista encontró este motivo en la tradición oral de la capital o si es original suyo es de poca importancia; lo realmente importante es que utiliza el simbolismo del miau en esta novela conforme al uso popular. Un ejemplo claro de su uso con este fin lo vemos en la escena en la cual Luisito es insultado por su compañero de escuela Posturitas:
    —"¿Sabes lo que te digo? Que no ties que ponerme motes, ¡contro!, mal criado..., ordinario..., cualisquiera."
    —"¡Miau!" maulló el otro con desprecio, sacando media cuarta de lengua y crispando los dedos. "Ole..., miau... morrongo... fu, fu, fu...".[5]
    La expresión miau es usada aquí, por parte de Posturitas, como palabrota fuerte de desafío hacia Luisito».[1]
    • Theodore A. Sackett
    • Fuente: «The meaning of Miau.» Anales galdosianos. Año IV, 1969, pp. 24-37.[1]

Véase también

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Referencias

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Bibliografía

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