Hawa Abdi

ginecóloga, abogada y militante de los derechos humanos somalí
Hawa Abdi
«Damos la bienvenida a todas las personas que vienen. Compartimos con ellos todo lo que tenemos.Pero hay sólo dos reglas. La primera: no hay clanes con privilegios ni división política en la sociedad somalí. Expulsamos a quien sea que infrinja esta regla. La segunda: ningún hombre puede golpear a su mujer.Si la golpea lo pondremos en la cárcel y llamamos a los ancianos; hasta que identifiquen el caso no lo vamos a liberar. Esas son nuestras dos reglas».
«Damos la bienvenida a todas las personas que vienen. Compartimos con ellos todo lo que tenemos.Pero hay sólo dos reglas. La primera: no hay clanes con privilegios ni división política en la sociedad somalí. Expulsamos a quien sea que infrinja esta regla. La segunda: ningún hombre puede golpear a su mujer.Si la golpea lo pondremos en la cárcel y llamamos a los ancianos; hasta que identifiquen el caso no lo vamos a liberar. Esas son nuestras dos reglas».
Véase también
Biografía en Wikipedia.
Multimedia en Wikimedia Commons.
Datos en Wikidata.
Esta página contiene citas de una persona actualmente viva.
Dependiendo de cómo se publicaran, pueden estar protegidas por derechos de autor. Deben usarse según las políticas de licencias de Wikiquote.

Hawa Abdi (en somalí : Xaawo Cabdi, en árabe, حواء عبدي : حواء عبدي) es una ginecóloga, abogada y militante de los derechos humanos somalíes, (Mogadiscio, 17 de mayo de 1947). Es fundadora y directora de la Fundación Dr. Hawa Abdi (DHAF), una organización caritativa.

  • «Ahora es el peor momento; [al-Shabaab] no quiere que los niños jueguen fútbol, no quieren que vean la televisión, no quieren que se vistan normalmente. Mataron a uno porque fumaba en Afgooye. Estas personas, no sabemos lo que quieren ni de dónde vienen». [1]
 
El Hawa Abdi Center en 2013.
  • «Damos la bienvenida a todas las personas que vienen. Compartimos con ellos todo lo que tenemos.Pero hay sólo dos reglas. La primera: no hay clanes con privilegios ni división política en la sociedad somalí. Expulsamos a quien sea que infrinja esta regla. La segunda: ningún hombre puede golpear a su mujer.Si la golpea lo pondremos en la cárcel y llamamos a los ancianos; hasta que identifiquen el caso no lo vamos a liberar. Esas son nuestras dos reglas». [2]
    • Nota: Contestando a una pregunta sobre las normas que regulan la convivencia en el campo de refugiados que administra.
  • «[En el hospital] Hacemos cesáreas y diferentes operaciones porque la gente necesita ayuda. No hay gobierno que los proteja». [2]
  • «Espero que en los próximos meses opere libremente en mi lugar hospital y nadie pueda quitarme mi tierra. Si al-Shabaab se va, ya que es el hábito somalí, iremos a sentarnos bajo los árboles, hablaremos de la región, entre los clanes, y el problema se resolverá. Sólo los somalíes pueden hacerlo, pero con apoyo económico». [1]
  • «Mi edad, porque nací en 1947; teníamos, en ese momento, gobierno, ley y orden. Pero un día, fui al hospital, mi madre estaba enferma, y vi el hospital, cómo trataban los médicos [a los enfermos], cómo se comprometían a ayudar a los enfermos. Los admiraba y decidí convertirme en médico. Mi madre murió, desafortunadamente, cuando tenía 12 años de edad. Entonces mi padre me permitió continuar con mi esperanza. Mi madre murió por una complicación ginecológica, así que decidí convertirme en una especialista en ginecología. Es por eso que me convertí en médico». [2]
    • Nota: Contestación a la pregunta "¿por qué se hizo médico?"
  • «Mucha gente durante 20 años estuvo luchando en Somalia. No había trabajo ni comida, gran parte de los niños (como éste) estaban muy desnutridos». [2]
  • «Otra cosa que hemos observado es que la mujer es la persona más fuerte del mundo porque en los últimos 20 años la mujer somalí se ha mantenido en pie. Ellas eran las líderes, y nosotras somos las líderes de nuestra comunidad y la esperanza de nuestras futuras generaciones. No somos sólo las desamparadas víctimas de la guerra civil, podemos conciliar ambas cosas. Podemos hacerlo todo». [2]
  • «Poco a poco, se están apoderando de mi tierra, así que ya no tengo espacio para recibir a la gente pobre». [1]
    • Nota: Comentario realizado a raíz de la confiscación de parte de la tierra de su familia en la que se ubica el campo de refugiados por parte de milicianos rebeldes islamistas de al-Shabaab.
  • «Por la noche, sueño con ir a donde jugaba cuando aún era joven». [1]
 
El Hawa Abdi Center en 2013.
  • «Puedo ser una mujer. Pero he estado trabajando para este país durante los últimos 20 años. ¿Qué has hecho tú?» [3]
    • Nota: Contestación al jefe de militantes islamitas fuertemente armados que rodearon el hospital y le exigieron que entregara el mismo y el campo de refugiados porque ninguna mujer era apta para un trabajo tan poderoso.
  • «Sí, estaba trabajando en una situación difícil, muy peligrosa. Y cuando vi a las personas que me necesitaban, me quedé con ellas para ayudar, porque podía hacer algo por ellos. La mayoría de la gente huyó al extranjero. Pero me quedé con esa gente, y estaba tratando de hacer algo, cualquier pequeña cosa que pudiera hacer. Tuve éxito en mi lugar. Ahora mi lugar son 90,000 personas que se respetan entre sí, que no están luchando. Pero tratamos de permanecer sobre nuestra base, de hacer algo, pequeñas cosas, podemos [hacerlo] por nuestra gente. Y estoy agradecida por mis hijas. Cuando vienen a mí, me ayudan a atender a la gente, a ayudar. Ellas hacen todo por ellos. Han hecho lo que deseo hacer por ellos». [2]
    • Nota: Respuesta a la pregunta "¿cuál es el mayor desafío de trabajar, madre e hija, en situaciones tan peligrosas y, a veces, aterradoras?"

Referencias

editar