Sentencia

dicho grave y con cierta moralidad

Una sentencia literaria [1] es una «máxima o dicho grave y sucinto que encierra doctrina o moralidad».[2] También se denominan así las frases o dichos que implican un juicio o enseñanza, o a toda aquella afirmación que se propone como máxima o regla en alguna ciencia o arte, o bien una idea con validez universal sobre algún aspecto de la vida o del hombre. En paremiología puede considerarse como un aforismo propio que el autor utiliza como «argumento de autoridad». Puede aparecer como sinónimo de precepto, proverbio y refrán.

Citas de sentencia [paremia] editar

  • «Guarde para su regalo
    esta sentencia el autor:
    si el sabio no aprueba, ¡malo!
    si el necio aplaude, ¡peor!»
  • «La ciudad, según sentencia de los filósofos, es como una casa grande, y viceversa, la casa es una pequeña ciudad».[7]
  • «Una sola sentencia será suficiente para el hombre moderno: fornicaba y leía periódicos».[8]

Citas por autor editar

Friedrich Nietzsche editar

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  • «Para poder saborear una sentencia es preciso agitarla antes y mezclarla con otros ingredientes: ejemplos, experiencias, historias».[9]
  • «Una sentencia es un eslabón de una cadena de pensamientos; requiere que el lectos rehaga con sus propios medios la cadena... Y eso es pedir mucho».[10]

Séneca editar

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  • «Por eso me complazco recordando las egregias sentencias de Epicuro porque compruebo que los que acuden a ellas con la vil esperanza de encubrir sus vicios, comprenderán que vayan donde vayan han de vivir honestamente».
    • Fuente: Las cartas de Séneca a Lucilio. [11]
  • «Nunca me avergonzaré de citar una buena sentencia porque sea de un autor malo».[12]

Uso de ‘sentencia’ en El Quijote de Cervantes editar

  • «“—...En lo de citar en las márgenes los libros y autores de donde sacáredes las sentencias y dichos que pusiéredes en vuestra historia, no hay más sino hacer, de manera que venga a pelo, algunas sentencias o latines que vos sepáis de memoria, o, a lo menos, que os cuesten poco trabajo el buscalle; como será poner, tratando de libertad y cautiverio:
    Non bene pro toto libertas venditur auro.
    Y luego, en el margen, citar a Horacio, o a quien lo dijo. Si tratáredes del poder de la muerte, acudir luego con:
    Pallida mors aequo pulsat pede pauperum tabernas,
    Regumque turres
    ”».[13]

Referencias editar

  1. En retórica, y dentro de las figuras literarias, la sententia, -æ latina, es una de las llamadas probationes argumentativas.Definición en el DLE. Segunda acepción del término.
  2. Casares, Julio. Diccionario ideológico de la Lengua Española. Editorial Gustavo Gili, 1975. ISBN 9788425201268; p. 763.
  3. Ortega (2013), p. 616.
  4. Señor (2005), p. 372
  5. Albaigès (1997), p. 462
  6. Tomás de Iriarte. Imp. de Eulalia Piferrer, 1782;pág. 6.
  7. Francisco de Gracia: Construir en lo construido: la arquitectura como modificación. Ed. Nerea, 1992; p. 63, nota 15. ISBN 9788486763657.
  8. Albaigès (1997), p. 74.
  9. Palomo (2013), p. 260.
  10. Palomo (2013), p. 260.
  11. Ed. de Luis Mapelli; Publicaciones de la E.D.P. de Córdoba, 1983. pág. 58.
  12. Señor (2005), p. 353.
  13. Prólogo a El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha. Ver en línea por el Proyecto Gutenberg.

Bibliografía editar

  • Albaigès, José María (1997). Un siglo de citas. Planeta.  ISBN 8423992543.
  • Casares, Julio (1975). Diccionario ideológico de la lengua española. Gustavo Gili.  ISBN 8425201268.
  • Ortega, Arturo. El gran libro de las frases célebres. Penguin Random House Grupo Editorial. México, 2013. ISBN 6073116314, 9786073116312. (En Google Books.)
  • Señor, Luis (2005). Diccionario de citas. Espasa-Calpe.  ISBN 8423992543.

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