San Cipriano

clérigo y escritor romano, obispo de Cartago, santo y mártir de la Iglesia Católica
San Cipriano de Cartago
«Nadie de entre nosotros se proclama obispo de obispos, ni obliga a sus colegas por tiranía o miedo a obedecer forzosamente, considerando que todo obispo, por su libertad y poder, tiene derecho a juzgar como quiera».
«Nadie de entre nosotros se proclama obispo de obispos, ni obliga a sus colegas por tiranía o miedo a obedecer forzosamente, considerando que todo obispo, por su libertad y poder, tiene derecho a juzgar como quiera».
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San Cipriano, Tascio Cecilio Cipriano (en latín, Thascius Cæcilius Cyprianus; c. 200 - 14 de septiembre de 258)1 fue clérigo y escritor romano, obispo de Cartago (249-58) y santo mártir de la Iglesia.

  • «Cuando nuestro Señor Jesucristo, en el Evangelio, declara que aquellos que no están con Él son sus enemigos, no designa una herejía en particular, sino denuncia como a sus adversarios a todos aquellos que no están enteramente con Él, y que no recogiendo con Él ponen en dispersión su rebaño: El que no está conmigo —dijo— está contra mí, y el que no recoge conmigo esparce». [1]
    • Fuente: Epistolae 50 ad Magnum, n. 1.
  • «Nadie de entre nosotros se proclama obispo de obispos, ni obliga a sus colegas por tiranía o miedo a obedecer forzosamente, considerando que todo obispo, por su libertad y poder, tiene derecho a juzgar como quiera». [2]
    • Idioma original:«Neque enim quisquam, nostrum Episcopum se esse Episcoporum constituit, aut tyrannico terrore ad obsequendam necessitatem collegas suos adigit, quando habeat omnis Episcopus pro licentia libertatis arbitrium propium iudicare».
    • Fuente: Ep.LXXIV.
  • «Nadie puede tener a Dios por Padre si no tiene a la Iglesia por Madre»
    • Fuente: De Ecclesiae unitate, 6 (PL 4,503A)
  • «Hay un solo Dios, un solo Cristo, una sola Iglesia de Cristo, una sola fe, un solo pueblo que, por el vínculo de la concordia, está fundado en la unidad sólida de un mismo cuerpo. La unidad no puede ser amputada; un cuerpo, para permanecer único, no puede dividirse por el fraccionamiento de su organismo». [1]
    • Fuente: De catholic Ecclesiae unitate, n.23.
  • «La iglesia de Roma es la raíz y madre de la Iglesia católica, la Cátedra de Pedro y la Iglesia principal, aquella de donde ha nacido la unidad sacerdotal». [1]
    • Fuente: Epistolae 59 ad Cornelium, n.14.
  • «La única fuente de donde han surgido las herejías y de donde han nacido los cismas es que no se obedece al Pontífice de Dios ni se quiere reconocer en la Iglesia un solo Pontífice y un solo juez, que ocupa el lugar de Cristo». [1]
  • Fuente: Epistolae l2 ad Cornelium, n.5.
  • «Quien deja la cátedra de San Pedro, encima de la que está fundada la Iglesia, no está en la Iglesia. Pues quien no la unidad con la Iglesia, tampoco tiene la fe». [2]
    • Idioma original: «Qui cathedram Petri, super quam fundata est Ecclesia, deserit in Ecclesia non est: qui vero Ecclesiae unitatem non tenet, nec fidem habet».
    • Fuente: De e Ecclesiae.
  • «Se produjo poco después una manifestación popular en Cartago y se gritó por dos veces que se me debía arrojar a los leones». [3]
    • Fuente: Carta que San Cipriano dirige a Cornelio, Obispo de Roma, poco tiempo antes de morir en el martirio.

Referencias

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  1. 1,0 1,1 1,2 1,3 Carta Encíclica del Sumo Pontífice León XIII sobre la Naturaleza de la Iglesia.
  2. 2,0 2,1 Menéndez Pelayo, Marcelino. Historia de los heterodoxos españoles, volumen I. Bibliotheca Homo Legens Editorial Homo Legens, 2007. ISBN 978-84-935556-6-5. p. 75.
  3. Voltaire. Tratado sobre la intolerancia. Capítulo X “Sobre los mártires”