Agustín de Hipona

filósofo, teólogo y obispo romano
Agustín de Hipona
«El placer de vivir sin pena bien vale la pena de vivir sin placer».
«El placer de vivir sin pena bien vale la pena de vivir sin placer».
Véase también
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Agustín de Hipona (Tagaste; 13 de noviembre de 354-Hippo Regius; 28 de agosto de 430), llamado también san Agustín, fue un teólogo, obispo y santo.

Citas editar

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A editar

  • «Amad a esta Iglesia, permaneced en esta Iglesia, sed vosotros esta Iglesia».[1]
  • «Ama y haz lo que quieras. Si callas, calla por amor; si gritas, grita por amor; si corriges, corrige por amor; si perdonas, perdona por amor».[2]
  • «Ante todo debéis guardaros de las sospechas, porque éste es el veneno de la amistad».[3]
  • «¡Ay de mí, que ni siquera sé lo que sé!».[4]

C editar

  • «Conviene matar el error, pero salvar a los que van errados».[5]
  • «Cuando estés en Roma compórtate como los romanos».[6]
  • «Cuando me atemoriza lo que soy para vosotros, me llena de consuelo lo que soy con vosotros. Porque para vosotros soy el Obispo, con vosotros soy un cristiano; aquél es el nombre de mi oficio (nomen officii), éste es el nombre de la gracia (nomen gratiae); aquél es mi responsabilidad, éste es mi salvación».[7]

D editar

  • «Dios es paciente, porque es eterno».[8]
  • «Dios ha prometido al pecador arrepentido el perdón de sus culpas. ¿Pero ha prometido al pecador que dilata la penitencia el día de mañana para convertirse? ¿En qué profeta hayáis que ha de alargar vuestra vida porque es un Dios de misericordia?».[9]
  • «Dios nos hizo para Él, y nuestro corazón estará inquieto hasta que no descanse en Él».[10]
  • «Donde no hay caridad no puede haber justicia».[11][12]
  • «Dos amores hicieron dos ciudades. El amor de sí mismo, hasta despreciar a Dios, hizo a la ciudad terrenal, el amor de Dios, hasta despreciar a sí mismo, hizo la ciudad celestial».[13]

E editar

  • «El alma está en cada cuerpo, en todo él y en cada una de sus partes».[14]
  • «El bueno será siempre libre aunque sea esclavo; el malo será esclavo aunque sea rey».[15]
  • «El mundo es un libro, y quienes no viajan leen sólo una página».[16]
  • «El placer de vivir sin pena bien vale la pena de vivir sin placer».[17]
  • «El primero de los mandamientos es el amor a Dios; pero, en el orden de la acción, debemos comenzar por llevar a la práctica el amor al prójimo... Aún no hemos llegado hasta el Señor, pero al prójimo lo tenemos ya con nosotros. Preocúpate, pues, de aquel que tienes a tu lado mientras caminas por este mundo y llegarás a aquél con quien deseas permanecer eternamente».[18]
  • «El pueblo es la unión de una multitud racional, asociado en razón de las cosas que comúnmente ama».[19]
  • «En la caridad el pobre es rico, sin caridad el rico es pobre».[20]
  • «En la inefable presencia de Dios, muchos que parecen fuera están dentro y muchos que parecen dentro están fuera».[21]
  • «En las cosas necesarias, la unidad; en las dudosas, la libertad; y en todas, la caridad».[22]
  • «Errar es humano; perseverar voluntariamente en el error es diabólico».[23]

L editar

  • «La costumbre es una segunda naturaleza».[24]
  • «La fe consiste en creer lo que no vemos, y la recompensa es ver lo que creemos».[25]
  • «La medida del amor es amar sin medida».[26][27]
  • «La ociosidad camina con lentitud, por eso todos los vicios la alcanzan».[28]
  • «La poesía es el vino de los demonios».[29]
  • «Las lágrimas son la sangre del alma».[30]
  • «La vanidad de la gloria humana no trae sino viento y vacuidad».[31]
  • «Lo que sabemos decimos bien que lo creemos, pero no todo lo que creemos lo sabemos».[33]
  • «Los hombres no deben adorar a otro dios sino sólo al que puede hacerlos felices».[34]

N editar

  • «No te aflijas, sino alégrate de preferir ser, aún siendo miserable».[35]
  • «No se es recto por ser duro, ni se está sano por ser insensible».[36]
  • «No vayas mirando fuera de ti, entra en ti mismo, porque la verdad habita en el interior del hombre».[37]

P editar

  • «Paréceme que, lo que es injusto, no es ley».
    [ Mihi lex esse non videtur, quae justa non fuerit].[38]

Q editar

  • «¿Qué es, pues, el tiempo? Si nadie me lo pregunta lo sé, pero si trato de explicárselo a quien me lo pregunta no lo sé».[39]
  • «Quien toma bienes de los pobres es un asesino de la caridad. Quien a ellos ayuda, es un virtuoso de la justicia».[40]

R editar

  • «Roma ha hablado, la cuestión está cerrada».
    ['Roma locuta est, causa finita est.][41]

S editar

  • «Se aferran a su parecer, no por verdadero, sino por suyo».[42]
  • «Se comprende mejor la divinidad ignorándola».[43]
  • «Si cantas solo con la voz, por fuerza tendrás al fin que callar; canta con la vida para no callar jamás».[44]
  • «Si me equivoco, soy».[45]

T editar

  • «Tema el alma su propia muerte, y no la del cuerpo».[46]

Textos y digresiones editar

  • «Malo es pecar, diabólico perseverar».
    [Errare humanum est; perseverare autem diabolicum.][47][48]
  • «Por lo tanto, un cristiano devoto debe evitar a los astrólogos y a todos los adivinos impíos, especialmente cuando dicen la verdad, por temor a llevar su alma al error al relacionarse con demonios y enredarse con los lazos de esa asociación».
    [Quapropter bono christiano, sive mathematici, sive quilibet impie divinantium, maxime dicentes vera, cavendi sunt, ne consortio daemoniorum animam deceptam, pacto quodam societatis irretiant].[49][50]
  • «Si la justicia desparece, ¿qué son los reinos sino un vasto pillaje?»
    [Remota itaque iustitia quid sunt regna nisi magna latrocinia?][51]
  • «Tarde te amé, hermosura tan antigua, y tan nueva, tarde te amé. Y he aquí que Tú estabas dentro de mí, y yo fuera, y fuera te buscaba yo, y me arrojaba sobre esas hermosuras que Tú creaste. Tú estabas conmigo, mas yo no estaba contigo. Me mantenían lejos de Ti aquellas cosas que, si no estuviesen en ti, no existirían. Llamaste y gritaste, y rompiste mi sordera; brillaste y resplandeciste, y ahuyentaste mi ceguera; exhalaste tu fragancia, la respiré y suspiro por Ti; te gusté y tengo hambre y sed de Ti; me tocaste y me abrasé en tu paz».[52]

Referencias editar

  1. Palomo (2013), p. 160.
  2. Bartra (1994), p. 7.
  3. José Antonio Pérez Rioja El amor en la literatura. Ed. Tectos 1983; en GLibros. ISBN 9788430909674
  4. Señor (1997), p. 292.
  5. Monlau, Pedro Felipe (1847). Libro de los libros (Libro electrónico). Madrid: La Ilustración. p. 53. Consultado el 20 de diciembre de 2020. .
  6. Señor (1997), p. 106.
  7. Rodríguez, Pedro (1986). La identidad teológica del laico. p. 7. Consultado el 20 de diciembre de 2020. 
  8. Ortega (2013), p. 1263. Probablemente en Confesiones, libro VII, 5-7, según: Figueroa Velasco, Adriana. Conociendo a Los Grandes Filosofos. Editorial Universitaria, 1997. ISBN 9789561113138, p. 121.
  9. Bourdaloue, Louis. Tomo tercero de la Quaresma del padre Luis Burdalue, de la extinguida Compañia llamada de Iesus: fielmente traducido del francés al castellano. Editor Manuel Godos (Madrid). Editado por Blas Roman, 1779, p. 331.
  10. Cedillo, Claudia P.; Cedillo de Torres, Claudia. Prisioneros de esperanza. Editorial Charisma Media, 2016. ISBN 9781629988429, p. 136.
  11. Señor (1997), p. 305.
  12. Palomo (2013), p. 59.
  13. San Juan de Ávila. Obras completas del Santo Maestro Juan de Avila: Biografia. Audi, filia. Volumen 1. Editores uis Sala Balust, Francisco Martín Hernández. Editorial Católica, 1970, p. 806.
  14. Bartra (1994), p. 7.
  15. Ortega (2013), p. 598.
  16. Revista universitaria, números 82-89. Publicación de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Colaborador Universidad Católica de Chile. Ediciones Nueva Universidad, Pontificia Universidad Católica de Chile, 2003, p. 35.
  17. Señor (1997), p. 249.
  18. Sobre el evangelio de san Juan, tratado 17, 7-9. Citado por Jaén, Néstor. Hacia una espiritualidad de la liberación. Editorial UCA Editores, 1988. ISBN 9788484051268, p. 59.
  19. Sic, números 611-620. Editorial Seminario Interdiocesano de Caracas, 1999. Procedencia del original: Universidad de Texas. Digitalizado el 17 de noviembre de 2008. p. 83.
  20. Palomo (2013), p. 59.
  21. Estal, Gabriel del (ed.). Estudios sobre la "Ciudad de Dios": número extraordinario de homenaje a San Augustín en el XVI centenario de su nacimiento 354-13 Noviembre-1954, Volumen 1. Editorial Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, 1955, p. 310.
  22. Palomo (2013), p. 59.
  23. Etxabe Díaz, Regino. Diccionario de refranes comentado. Ediciones de la Torre, 2012. ISBN 978-84-7960-475-2, p. 129.
  24. Bartra (1994), p. 7.
  25. Palomo (2013), p. 129.
  26. Bartra (1994), p. 8.
  27. Señor (1997), p. 29.
  28. Palomo (2013), p. 213.
  29. Contra académicos. Cardona Andújar, José. Saber docente desde la pedagogía poética. Editorial UNED, 2016. ISBN 9788436271126.
  30. Señor (1997), p. 527.
  31. Ortega (2013), p. 1901.
  32. Señor (1997), p. 582.
  33. Bartra (1994), p. 7.
  34. La Ciudad de Dios, libro V, capítulo I. Según trad. José Cayetano Díaz de Beyral, Volúmenes 1-2. Editorial Viuda de Hernando, 1893, p. 269.
  35. Palomo (2013), p. 262.
  36. Ciudad de Dios, 1.XIV,c. 34 Citado por Lubac, Henri de (trad: Álvaro Sanz Velázquez), en Meditación sobre la Iglesia. Editorial Encuentro, 2011. ISBN 9788499207612, p. 273.
  37. Ribó Co, José María. Yo gnóstico: Nuevo Cristianismo para el Tercer Milenio. Editorial Entrelineas Editores, 2005. ISBN 9788498020366, p. 15.
  38. Friedrich, Carl Joachim (1982). La filosofía del derecho, p. 64. ISBN 978-84-375-0224-3; citado por Millán-Puelles, Antonio. Léxico filosófico. Ediciones Rialp, 2002. ISBN 9788432134166, p. 391.
  39. Confesiones libro XI, c.14, 17. Citado por Carlos Isler en El Tiempo en las Confesiones de San Agustín. Revista de Humanidades (2008) pp. 187-199; issn=0717-0491.
  40. Palomo (2013), p. 232.
  41. Orlandis, José. El pontificado romano en la historia. Editorial Palabra, 1996. ISBN 9788482397290, p. 56.
  42. Revista de derecho y ciencias políticas: órgano de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad Mayor de San Marcos, volumen 37. Universidad Nacional Mayor de San Marcos, 1973.
  43. Bartra (1994), p. 7.
  44. González Montes, Jaime. El barroco queretano: análisis de la forma arquitectónica en Santiago de Querétaro, p. 144. Editorial Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Azcapotzalco, 2009. ISBN 9786074771756.
  45. Bartra (1994), p. 7.
  46. Señor (1997), p. 379.
  47. En Sermones 164, 14. Según Cantera Ortiz de Urbina: Refranero latino. Volumen 42 (2005). Ed AKAL; pág. 74.ISBN 978-84-4601-296-2.
  48. El obispo de Hipona da su versión del Errare humanum est, sed in errore perseverare dementis («De hombres es errar, de bestias, en el error perseverar») de Séneca.
  49. De Genesi ad Litteram Liber II, Caput XVII, Nr. 37. Citado por Hilton, Peter; Friedrich Hirzebruch, Reinhold Remmert et al.: Miscellanea Mathematica. Springer Science & Business Media, 2012. ISBN 9783642767098. Con fuente inglesa en: San Agustín. Genesi Ad Litteram. Volúmenes 41-42 de Ancient Christian writers: the works of the Fathers in translation. Ancient Christian writers. Volumen 1 de The Literal Meaning of Genesis. Editor y traductor John Hammond Taylor. Paulist Press, 1982. ISBN 9780809103263, p. 72.
  50. A veces se ha traducido erróneamente usando la palabra matemáticos en vez de astrólogos, debido a la traducción incorrecta al inglés publicada en Mathematics in Western Culture (1953) de Morris Kline, pág. 3. Según el Little Oxford Dictionary of Proverbs la palabra mathematicus puede traducirse tanto como «matemático» como «astrólogo». Según: Knowles, Elizabeth (ed.). Little Oxford Dictionary of Proverbs. 2.ª edición. Oxford University Press, 2016. ISBN 9780191084249.
  51. Wettinck, Christian (1998). «La justicia maniatada» (pdf). 
  52. Confesiones, libro X, 27-38. Editor Gustavo A. Piemonte. Ed. Colihue SRL, 2006. ISBN 9789505630301.

Bibliografía editar

  • Ortega, Arturo. El gran libro de las frases célebres. Penguin Random House Grupo Editorial. México, 2013. ISBN 6073116314, 9786073116312. (En Google Books.)
  • Señor, Luis (1ª ed. 1997 / 2017). Diccionario de citas. Espasa Calpe. ISBN 8423992543.