Diferencia entre revisiones de «Juan de Mairena (sentencias, donaires, apuntes y recuerdos de un profesor apócrifo)»

Contenido eliminado Contenido añadido
retiro andamios, aunque estoy trasladando citas a página temáticas para desagobiar esta.
trasladando mateirales a páginas tematicas
Línea 11:
* «—Cada día, señores, la [[literatura]] es más ''escrita'' y menos hablada. La consecuencia es que dada día se escriba peor, en una prosa fría, sin gracia, aunque no exenta de corrección, y que la [[oratoria]] sea un refrito de la palabra escrita, donde antes se había enterrado la palabra hablada. En todo orador de nuestros días hay siempre un [[periodista]] chapucero». <ref>''Habla Juan de Mairena a sus alumnos''. En {{Versalita|Machado}} (2009), I, p. 53; y {{Versalita|Machado I}} (1973), I, p. 7.</ref>
 
* «[[Carlos Marx]] —decía mi maestro— fue la criada que le salió respondona a [[Nicolás Maquiavelo]]. Propio es de siervos el tardar algunos siglos en insolentarse con sus señores».<ref>Cita que Mairena atribuye a su maestro Abel Martín. En "Fragmentos de lecciones" {{Versalita|Machado}} (2009), XII p. 107; y {{Versalita|Machado I}} (1973), XII, p. 57.</ref>
 
* «Claro es que en el campo de la acción [[política]], el más superficial y aparente, solo triunfa quien pone la vela donde sopla el aire; jamás quien pretende que sople el aire donde pone la vela».<ref> "De política". {{Versalita|Machado}} (2009), III, p. 64; y {{Versalita|Machado I}} (1973), p. 17.</ref>
 
* «''Consejo de [[Maquiavelo]]'': No conviene irritar al [[enemigo]].</br>''Consejo que olvidó Maquiavelo'': Procura que tu enemigo nunca tenga [[razón]]».<ref>Consejo que Mairena atribuye a su maestro Abel Martín. "De política". {{Versalita|Machado}} (2009), III, p. 63; y {{Versalita|Machado I}} (1973), p. 16.</ref>
 
* «Decía mi maestro: [[Pensar]] es deambular de calle en calleja, de calleja en callejón, hasta dar en un callejón sin salida. Llegados a este callejón pensamos que la gracia estaría en salir de él. Y entonces es cuando se busca la puerta al [[campo]]».<ref> "En clase". {{Versalita|Machado}} (2009), XVIII, p. 134; y {{Versalita|Machado I}} (1973), p. 82.</ref>
 
* «Después de la [[verdad]], nada hay tan bello como la [[ficción]]. Los grandes [[poetas]] son [[metafísica|metafísicos]] fracasados. Los grandes [[filósofo]]s son poetas que creen en la realidad de sus poemas».<ref>{{Versalita|Machado}} (2009), XXII, p. 155; y {{Versalita|Machado I}} (1973), XXII, p. 101.</ref>
 
* «[[Don Juan]] podrá ser guapo o feo, fuerte o flojo, tuerto o derech; él sabe, en todo caso, que es bello para la mujer. Sin la conciencia de esto no hay donjuanismo posible».<ref>{{Versalita|Machado}} (2009), XI, p. 99; y {{Versalita|Machado I}} (1973), p. 49.</ref>
 
* «El ademán garboso nos ha perdido. Yo os aconsejo que habléis siempre con las manos en los bolsillos».<ref>{{Versalita|Machado}} (2009), XXIX, p. 190; y {{Versalita|Machado I}} (1973), XXIX, p. 133.</ref>
 
* «El [[Cristo]] —decía mi maestro— predicó la [[humildad]] a los poderosos. Cuando vuelva, predicará el [[orgullo]] a los humildes. De sabios es mudar de consejo».<ref>{{Versalita|Machado}} (2009), XXXIX, p. 246; y {{Versalita|Machado I}} (1973), XXXIX, p. 186.</ref>
 
* «[[El Greco]] es la explosión de [[Miguel Ángel]]. Cuanto hay de dinámica en el [[barroco]] empieza en el Buonarotti y acaba en Doménico Theotocópuli. Si hay algo más que sea dinámico en el barroco, es y de un dinamismo de [[teatro]]. [[Calderón de la Barca|Calderón]] lo representa mejor que nadie».<ref>"Fragmentos de lecciones" {{Versalita|Machado}} (2009), XII, p. 107; y {{Versalita|Machado I}} (1973), p. 57.</ref>
 
* «... enseñarle [al hombre] a repensar lo pensado, a desaber lo sabido y a dudar de su propia duda, que es el único modo de empezar a creer en algo».<ref>Finalidad y paradoja de la ''Escuela de Sabiduría'' de Mairena. {{Versalita|Machado}} (2009), XXXV, p. 226; y {{Versalita|Machado I}} (1973), XXXV, p. 167.</ref>
Línea 39 ⟶ 29:
 
* «Imaginad un mundo en el cual las piedras pudieran elegir su manera de caer y los hombres no pudieran enmendar, de ningún modo, su camino, obligados a circular sobre rieles. Sería la zona [[infierno|infernal]] que [[Dante]] habría destinado a los [[determinismo|deterministas]]. Políticamente, sin embargo, no habría problemas. En ese mundo todos los hombres sería [[liberalismo|liberales]]; y las piedras... seguirían siendo [[conservadurismo|conservadoras]]».<ref>"Mairena fantasea". {{Versalita|Machado}} (2009), XI, p. 102; y {{Versalita|Machado I}} (1973), p. 52.</ref>
 
* «La existencia práctica de un problema [[metafísica|metafísico]] consiste en que alguien se lo plantee, Y este es el hecho».<ref>{{Versalita|Machado}} (2009), XXXVIII, p. 242; y {{Versalita|Machado I}} (1973), XXXVIII, p. 181.</ref>
 
* «La [[inseguridad]], la [[incertidumbre]], la [[desconfianza]], son acaso nuestras únicas verdades».<ref>{{Versalita|Machado}} (2009), XLIV, p. 272; y {{Versalita|Machado II}} (1973), XLIV, p. 27.</ref>
 
* «La [[libertad]] señores (habla Mairena a sus alumnos), es un problema metafísico. Hay, además, el ''liberalismo'', una invención de los [[Inglaterra|ingleses]], gran pueblo de marinos, boxeadores e [[ironía|ironistas]]».<ref>"De política". {{Versalita|Machado}} (2009), III, p. 64; y {{Versalita|Machado I}} (1973), p. 17.</ref>
 
* «La [[lógica]] es la gran rueda de molino con que comulga la Humanidad entera a través de los siglos».<ref>Pensamiento que Mairena atribuye a su maestro Abel Martín. {{Versalita|Machado}} (2009), XL, p. 255; y {{Versalita|Machado II}} (1973), XL, p. 10.</ref>
 
* «Las [[religión|religiones]] superiores nos dicen que es el desmedido amor de sí mismo lo que aparta al hombre de [[Dios]]».<ref>"Mairena en clase" {{Versalita|Machado}} (2009), XXXIII, p. 211; y {{Versalita|Machado I}} (1973), XXXIII, p. 152.</ref>
 
* «La zona más rica de nuestras [[alma]]s, desde luego la más extensa, es aquella que suele estar vedada al conocimiento por nuestro amor propio».<ref>"Sobre otros aspectos de la Escuela de Sabiduría" {{Versalita|Machado}} (2009), XXXVI, p. 229; y {{Versalita|Machado I}} (1973), XXXVI, p. 169.</ref>
 
* «Leyendo a [[Nietzsche]], se diría que es el [[Cristo]] quien nos ha envenenado. Y bien pudiera ser lo contrario: que hayamos nosotros envenenado al Cristo en nuestras almas».<ref>{{Versalita|Machado}} (2009), XLI, p. 257; y {{Versalita|Machado II}} (1973), XLI, p. 13.</ref>
 
* «Mairena entendía por ‘[[folklore]]’, en primer término, lo que la palabra más directamente significa: [[saber]] [[popular]], lo que el pueblo sabe, tal como lo sabe; lo que el pueblo piensa y siente, tal como lo siente y piensa, y así como lo expresa y plasma en la lengua que él, más que nadie, ha contribuido a formar».<ref>{{Versalita|Machado}} (2009), XXII, p. 156; y {{Versalita|Machado I}} (1973), XXII, p. 101.</ref>
 
* «Por debajo de lo que se [[pensamiento|piensa]] está lo que se [[creencia|cree]]».<ref>{{Versalita|Machado}} (2009), XXXIII, p. 209; y {{Versalita|Machado I}} (1973), XXXIII, p. 150</ref>
 
* «Preguntadlo todo, como hacen los niños. ¿Por qué esto? ¿Por qué lo otro? ¿Por qué lo de más allá? En [[España]] no se dialoga porque nadie pregunta, como no sea para responderse a sí mismo. Todos queremos estar de vuelta sin haber ido a ninguna parte. Somos esencialmente paletos».<ref>{{Versalita|Machado}} (2009), XLII, p. 262; y {{Versalita|Machado II}} (1973), XLII, p. 18.</ref>
Línea 63 ⟶ 43:
 
* «Si alguna vez cultiváis la [[crítica]] literaria o artística, sed benévolos. Benevolencia no quiere decir tolerancia de lo ruin o conformidad con lo inepto, sino voluntad del bien, en vuestro caso, deseo ardiente de ver realizado el milagro de la belleza. Sólo con esta disposición de ánimo la crítica puede ser fecunda.».<ref>Montero Padilla, José. [https://cvc.cervantes.es/el_rinconete/anteriores/junio_04/10062004_02.htm «Antonio Machado y sus opiniones sobre la crítica literaria». ''Rinconete''. 10 de junio de 2004.] En Centro Virtual Cervantes. Consultado el 23 de abril de 2020.</ref>
 
* «Uno de los medios más eficaces para que las cosas no cambien nunca por dentro es renovarlas».<ref>{{Versalita|Machado}} (2009), XXX, p. 194; y {{Versalita|Machado I}} (1973), XXX, p. 136.</ref>
 
* «Vivimos en un mundo esencialmente [[apócrifo]], en un cosmos o poema de nuestro pensar, ordenado o construido todo él sobre supuestos indemostrables (...) Lo apócrifo de nuestro mundo se prueba por la existencia de la lógica (...) Y el hecho —digámoslo de pasada— de que nuestro mundo esté todo él cimentado sobre un supuesto que pudiera ser falso, es algo terrible, o consolador. Según se mire».<ref>{{Versalita|Machado}} (2009), XXIII, p. 158; y {{Versalita|Machado I}} (1973), XXIII, p. 104.</ref>