.... Amar tanto, como para enterrarte las uñas en el pecho y llorar su ausencia, con los ojos en sangre de recuerdos, de sus besos y su piel y sus manos sobre la tuya. Amar tanto, no sirve de nada si ya no merece el instante de un beso. Si cambió por otros labios los tuyos. Si no siente cómo vives hoy su ausencia en el brillo febril de tus ojos, es por que nunca mereció una de tus caricias, una de tus miradas y ninguno de tus besos. Que huya, como huye la sombra de los cobardes, pérfida y arrastrada por los callejones oscuros de la traición ...