Paolo Veronese

pintor italiano
Veronese
Detalle del Autorretrato de Veronese, pintado entre 1558 y 1563 (Museo del Hermitage)
Detalle del Autorretrato de Veronese, pintado entre 1558 y 1563 (Museo del Hermitage)
Véase también
Biografía en Wikipedia.
Multimedia en Wikimedia Commons.
Datos en Wikidata.
Esta página contiene citas de una persona fallecida hace 436 años.

Paolo Veronese (Verona, 1528-Venecia, 1588), también conocido en España como el Veronés, fue un pintor italiano.

Citas editar

  • «... yo reitero lo que he dicho, que estoy obligado a seguir las directices de mis superiores. [...] Miguel Ángel en la Capilla Pontificada de Roma pintó a Nuestro Señor Jesucristo, a Su Madre, san Juan, san Pedro y la Corte Celestial. Todos ellos están desnudos —incluida la Virgen María— y en posturas que denotan escasa reverencia».[1]
    • Fuente: Actas de la sesión del Santo Oficio, Venecia, 18 de julio de 1573 (citada en E. G. Holt. Literary Sources of Art History, Princeton, Princeton University Press, 1947, pp. 245-248)[1]
    • Nota: Veronese tuvo que responder ante el Tribunal de la Inquisición por su obra sobre la Última Cena, más tarde conocida como Cena en casa de Levi (1573).[1]

Citas sobre Veronese editar

  • [Veronese], teniendo que pintar con frecuencia en competencia con el mismo Tintorreto, tuvo la necesidad de ejercitar el intelecto, tratando esos dos sublimes ingenios de superarse el uno al otro con la Virtud, de modo que muchas veces el juicio del mundo sobre sus obras quedó suspenso. Si Tintorreto hizo conocer en tantas composiciones suyas el esfuerzo mayor del arte, con el logro de sus figuras de formas eruditas, gestos veloces y color de gran estilo y energía, componiendo elevados pensamientos que son insuperables, Veronese embelleció la pintura con toda suerte de pompas y ornamentos, gracias a sus majestuosas invenciones, la venustidad de los motivos, el encanto de los rostros, la variedad de los semblantes, la hermosura y los infinitos atractivos que adoran sus obras, a las que confirió esa simetría tan elegante a la que comúnmente se llama gracia.[2]

Referencias editar

  1. 1,0 1,1 1,2 Paoletti, John T. y Gary M. Radke (traducido por Pablo Fuentes Hinojo). El arte en la Italia del Renacimiento, pp. 472-3. Ediciones AKAL, 2003. ISBN 8446011492, 9788446011491. En Google Libros. Consultado el 22 de octubre de 2019.
  2. Zuffi (2005), p. 38.

Bibliografía editar

  • Zuffi, Stefano et al. (traducción de Víctor Gallego y Carmen Muñoz del Río). El retrato: obras maestras entre la historia y la eternidad. Electa, Random House Mondadori, S. A., 2005.