Gutierre Díez de Games
historiador español del siglo XV
Gutierre Díez de Games | |||||||||||
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«Portada de El Victorial, manuscrito conservado en la Biblioteca nacional de España con la signatura BNM Ms.17648.» |
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Véase también | |||||||||||
Biografía en Wikipedia. | |||||||||||
Obras en de don Pedro Niño, conde de Buelna Cervantes Virtual. | |||||||||||
Datos en Wikidata. | |||||||||||
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Gutierre Díez de Games, fue un militar de la Corona de Castilla del siglo XV y autor de El Victorial (1453), biografía del capitán Pero Niño.[1]
Citas de su obra El Victorial
editar- «Los yngleses son unas gentes muy diversos en condiçiones e desavenidos de todas las otras naçiones. Estas maneras han ellos por muchas razones: la primera es porque les viene ansí de su naturaleza, de aquellas gentes donde ellos vienen; la otra es porque biven en tierra muy abastada de viandas e bíveres, e rica de metales; e la otra es que son muchas gentes en poca tierra, aunque la tierra es grande, mas dígolo a respeto de la mucha gente que en ella hay. Dizen que en aquella tierra nunca hay mortandad grande, ni mal año. Otrosí, son çercados de mar, por lo que no han miedo a ninguna naçión».[2]
- «Los françeses son noble naçión de gente; son sabios, e muy entendidos, e discretos en todas las cosas que pertenesçen a buena criança, en cortesía e gentileza. Son muy gentiles en sus traeres, e guarnidos ricamente. Tráense mucho a lo propio. Son francos e dadivosos; aman fazer plazer a todas las gentes. Honran mucho los estrangeros; saben loar e loan mucho los buenos fechos. Non son maliçiosos, dan pasada a los henojos; non caloñan a honbre nin fecho, salvo si les va allí mucho de sus honras. Son muy corteses e graçiosos en su fablar. Son muy alegres; toman plazer de buena mente, e búscanlo, ansí ellos como ellas. Son muy henamorados, e préçianse dello».[3]
- «Non es sin culpa el que yerra con el vino. No se puede escusar de culpa porque diga: «No estava en mi seso». La locura non viene al honbre sçientemente; por ende, si el que perdió la memoria por enfermedad, e que Dios se la quiso privar, por el yerro non será en culpa. No es pecado bever vino, mas es pecado el yerro que con ello fizo, porque antes que lo beviese cuerdo estava. Mas por el deleyte, con su mano privó su seso, sabiendo e entendiendo que de tal natura hera. El vino non lo beven porque es vino, mas por el su sabor».[4]