Diferencia entre revisiones de «José de San Martín»

|año fallecimiento = 1850

|imagen = José de San Martín (retrato, c.1828).jpg

|tamaño de imagen =

|Wikipedia =

 

== Citas==

 

* «Al [[Ejército]] de los Andes queda la [[gloria]] de decir: en 24 días hicimos la campaña, pasamos las cordilleras más elevadas, concluimos con los [[tiranía|tiranos]] y dimos libertad a [[Chile]]».<ref name="frcr59">Franco Crespo, Antonio A. ''100 Masones. Su palabra'', 2009. ISBN 9789871303946, p. 59.</ref>

 

* «Compañeros juremos no dejar las [[Arma|armas]] de la mano hasta ver al [[país]] enteramente libre o [[Muerte|morir]] con ellas como hombres de coraje».<ref name="frcr59"/>

 

* «Prohíbo que se me haga ningún género de funeral; y desde el lugar en que falleciere se me conducirá directamente al cementerio sin ningún acompañamiento; pero sí desearía que mi [[corazón]] fuese depositado en el de [[Buenos Aires]]».<ref>Martínez, Tomás Eloy. ''Argentina y otras crónicas''. Penguin Random House Grupo Editorial Argentina, 2016. ISBN 9789877380675.</ref>

 

* «En defensa de la [[patria]] todo es lícito menos dejarla perecer».<ref>Loveman, Brian; Lira, Elizabeth. ''El espejismo de la reconciliación política: Chile 1990-2002''. Editorial Lom Ediciones, 2002. ISBN 9789568026059, p. 435.</ref>

 

* «El [[Perú]] es desde este momento libre e independiente por la voluntad general de los pueblos y por la [[justicia]] de su causa que [[Dios]] defiende. ¡Viva la patria! ¡Viva la libertad! ¡Viva la [[independencia]]!».<ref>Lorente, Sebastián; Thurner, Mark. ''Escritos fundacionales de historia peruana''. Editor Mark Thurner. Editorial UNMSM, 2005. ISBN 9789972462757, p. 226.</ref>

** Fuente: Discurso pronunciado al declarar la independencia del Perú.

 

* «Hace más [[ruido]] un solo hombre gritando que cien mil que están callados».<ref name="frcr59"/>

 

* «La biblioteca destinada a la [[educación]] universal, es más poderosa que nuestros ejércitos».<ref name="frcr59"/>

 

* «La patria no hace al [[soldado]] para que la deshonre con sus [[Crímen|crímenes]], ni le da [[Arma|armas]] para que cometa la bajeza de abusar de estas ventajas, ofendiendo a los [[Ciudadano|ciudadanos]] con cuyos sacrificios se sostiene. La tropa debe ser tanto más virtuosa y honesta, cuanto es creada para conservar el [[orden]] de los pueblos, afianzar el poder de las leyes y dar fuerza al gobierno para ejecutarlas y hacerse respetar de los malvados, que serían más insolentes con el [[mal]] [[ejemplo]] de los militares. La patria no es abrigadora de crímenes».<ref>Favaloro, Rene. ''¿Conoce usted a San Martín?''. Penguin Random House Grupo Editorial Argentina, 2011. ISBN 9789875666535.</ref>

 

* «El Perú se ha vuelto una verdadera chingana. Pretextando mala [[salud]], me he excusado de aceptar dos invitaciones a retomar el mando, y permanecí en Mendoza a la expectativa. Sabía que desde allí podía llegar rápidamente a Valparaíso y embarcarme hacia el Perú si la situación lo requería. Pero es claro que [[Simón Bolívar|Bolívar]] y yo no cabemos, los dos, en el Perú».<ref>Terragno, Rodolfo. ''Diario íntimo de San Martín: Londres, 1824 Una misión secreta''. Penguin Random House Grupo Editorial Argentina, 2011. ISBN 9789500733632.</ref>

 

* «Mi [[nombre]] es lo bastante [[Fama|célebre]] para que yo lo manche con una infracción a mis [[Promesa|promesas]], aun cuando se conciba que como particular pueda fallar a ellas».<ref>O'Donnell, Pacho. ''Monteagudo. Pionero y mártir de la unión americana''. Penguin Random House Grupo Editorial Argentina, 2013. ISBN 9789870429456.</ref>

 

* «Sacrificaría mi [[existencia]], antes de echar una mancha sobre mi vida pública que se pudiera interpretar por ambición».<ref>Lucio Torres, Juan. ''El español como soldado argentino: Participación en las campañas militares por la libertad e independencia''. Ediciones de la Torre, 2014. ISBN 9788479605780, p. 216.</ref>

 

* «Seamos libres y lo demás no importa nada».<ref>''El pensamiento alternativo en la Argentina del Siglo XX''. Editorial Biblos, 2004. ISBN 9789507864094, p. 311.</ref>

 

* «Un buen gobierno no está asegurado por la liberalidad de sus [[Principio|principios]], pero sí por la influencia que tiene en la [[felicidad]] de los que obedecen».<ref>Díaz Araujo, Enrique. ''Hombres olvidados de la Organización Nacional: Facundo Zuviría''. Editorial Universidad Nacional de Cuyo, Facultad de Filosofía y Letras, 1991, p. 176.</ref>

 

* «Sólo quiero tener leones en mi regimiento».<ref>Golletti Wilkinson, Augusto. ''El león herido: biografía novelada del general Dn. Tomás de Iriarte, Parte 1''. Editorial Distribuye Editorial Sudamericana, 1993, p. 21.</ref>

 

== Referencias ==

 

{{DEFAULTSORT:San Martín, José de}}

[[Categoría:Siglo XVIII]]

[[Categoría:Siglo XIX]]