Diferencia entre revisiones de «Juan Pablo II»

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[[Archivo:Madrid Castellana Juan Pablo II.jpg|thumb|Monumento a Juan Pablo II en Madrid, con su frase «No tengáis miedo. Abrid las puertas a Cristo».]]
===Dios===
 
Si algunos teólogos afirman que la misericordia es el más grande entre los atributos y las perfecciones de Dios, la Biblia, la Tradición y toda la vida de fe del Pueblo de Dios dan testimonios exhaustivos de ello. (...). La Iglesia profesa la misericordia de Dios (Encíclica Dives in misericordia).
 
===Jesucristo===
 
El redentor del hombre, Jesucristo, es el centro del cosmos y de la historia. (...) La única orientación del espíritu, la única dirección del entendimiento, de la voluntad y del corazón es para nosotros ésta: hacia Cristo, Redentor del hombre; hacia Cristo, Redentor del mundo. A Él nosotros queremos mirar, porque sólo en Él, Hijo de Dios, hay salvación. (...) En Cristo y por Cristo, Dios se ha revelado plenamente a la humanidad y se ha acercado definitivamente a ella y, al mismo tiempo, en Cristo y por Cristo, el hombre ha conseguido plena conciencia de su dignidad, de su elevación, del valor transcendental de la propia humanidad, del sentido de su existencia (Encíclica Redemptor hominis)
 
===La Salvación===
 
La universalidad de la salvación no significa que se conceda solamente a los que, de modo explícito, creen en Cristo y entraron en la Iglesia. Si es destinada a todos, la salvación en verdad debe de estar a disposición de todos (Encíclica Redemptoris missio)
===Sentido de la vida===
 
El sentido más verdadero y profundo de la vida es un don que se realiza al darse (Encíclica Evangelium vitae)
 
===Moral cristiana===
 
La vida moral se presenta como la respuesta debida a las iniciativas gratuitas que el amor de Dios multiplica a favor del hombre. Es una respuesta de amor (Encíclica Veritatis Splendor)
 
No debe buscarse ninguna recompensa mayor que el amor mismo (Encíclica Veritatis Splendor)
 
El amor y la vida según el Evangelio no pueden proponerse ante todo bajo la categoría de precepto, porque lo que exigen supera las fuerzas del hombre. Solo son posibles como fruto de un don de Dios que sana, cura y transforma el corazón del hombre por medio de su gracia (Encíclica Veritatis Splendor)
 
El amor es también el único criterio según el cual todo debe hacerse y no hacerse, cambiarse y no cambiarse. Es el principio que debe dirigir toda acción y el fin al que debe tender. Actuando con amor o inspirados por el amor, nada es disconforme y todo es bueno (Encíclica Redemptoris missio)
 
===Amor===
 
"El hombre no puede vivir sin amor. El permanece para sí mismo un ser incomprensible, su vida está privada de sentido si no se le revela el amor, si no se encuentra con el amor, si no lo experimenta y lo hace propio, si no participa de él vivamente. El amor se siente, no se ve; el amor silencioso es el mas fuerte de todos."(Encíclica Redemptor hominis)
 
===Sexualidad===
 
El cuerpo ya no se considera como realidad típicamente personal, signo y lugar de relaciones con los demás, con Dios y con el mundo. Se reduce a pura materialidad: está compuesto por órganos, funciones y energías que hay que usar según criterios de mero goce y eficiencia. Por lo tanto, la sexualidad se despersonaliza y se instrumentaliza: de signo, lugar y lenguaje del amor, es decir, del don de sí mismo y de la acogida del otro según la riqueza de la persona, pasa cada vez más a ocasión e instrumento de afirmación del propio yo y de la satisfacción egoísta de los propios deseos e instintos (Encíclica Evangelium vitae)
 
===Perdón===
 
A la luz de la fe, la solidaridad tiende a superarse a sí misma, al revestirse de las dimensiones específicamente cristianas de gratuidad total, perdón y reconciliación...Por tanto el prójimo debe ser amado, aunque sea enemigo, con el mismo amor con que le ama el Señor, y por él se debe estar dispuestos al sacrificio, incluso extremo: dar la vida por los hermanos (Encíclica Sollicitudo rei socialis)
 
===Aborto===
 
No raramente la mujer está sometida a presiones tan fuertes que se siente obligada psicológicamente a ceder al aborto; no hay duda de que en este caso la responsabilidad moral afecta particularmente a los que directa e indirectamente la forzaron a abortar (Encíclica Evangelium vitae)
 
===Eutanasia===
 
Cuando la muerte se prevé inminente e inevitable, se puede en conciencia renunciar a unos tratamientos que procurarían una prolongación precaria y penosa de la existencia
 
Ya Pío XII afirmaba que es lícito suprimir el dolor por medio de narcóticos, a pesar de tener como consecuencia limitar la conciencia y abreviar la vida (Encíclica Evangelium vitae)
 
===Ecología===
 
En la raíz de la insensata destrucción del medio natural hay un error antropológico por desgracia muy difundido en nuestro tiempo...el hombre cree que puede disponer arbitrariamente de la tierra, sometiéndola sin reservas a su voluntad como si ella no tuviese una fisonomía propia (Encíclica Centessimus Annus)
 
===Pena de muerte===
 
Ni siquiera el homicida pierde su dignidad personal y Dios mismo es su garante (Encíclica Evangelium vitae)
 
===La guerra===
 
¡No matéis! ¡No preparéis a los hombres destrucción y exterminio! ¡Pensad en vuestros hermanos que sufren hambre y miseria! ¡Respetad la libertad y dignidad de cada uno! (Encíclica Redemptor hominis)
 
¡Nunca más la guerra! ¡Nunca más la guerra! que destruye la vida de los inocentes, que enseña a matar y transtorna igualmente la vida de los que matan, que deja tras de sí un rastro de rencores y odio, y hace más difícil la solución de los problemas que la provocaron (Encíclica Centessimus annus)
 
===Varios===
 
* «Antes decía: “Tú eres polaco”, hoy debo decir: “Tú eres mexicano”».