Diferencia entre revisiones de «Charles Sanders Peirce»

filósofo, lógico y científico estadounidense
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Charles Sanders Peirce
«Es el hombre de ciencia, ansioso de que cada una de sus opiniones se regenere, cada una de sus ideas se racionalice, por beber en la fuente de la realidad, y dedicar todas las energías de su vida al culto de la verdad, no como él la entiende, sino como todavía no la entiende, lo que propiamente debería llamarse un filósofo».
«Es el hombre de ciencia, ansioso de que cada una de sus opiniones se regenere, cada una de sus ideas se racionalice, por beber en la fuente de la realidad, y dedicar todas las energías de su vida al culto de la verdad, no como él la entiende, sino como todavía no la entiende, lo que propiamente debería llamarse un filósofo».
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Charles Sanders Peirce (10 de septiembre de 1839 - 19 de abril de 1914) fue un filósofo, químico y erudito, que es recordado como un pionero del campo de la semiótica y por la formulación de la máxima pragmática, y por ser fundador de las corrientes filosóficas del pragmatismo y pragmaticismo. Era hijo del matemático Benjamin Peirce.

Citas

  • «La conciencia de una idea general tiene una cierta "unidad del yo" en ella, que es idéntica cuando pasa de una mente a otra. Es, por tanto, bastante similar a una persona, y, de hecho, una persona es sólo un tipo particular de idea general».[1]
  • «Consideremos qué efectos, que puedan tener concebiblemente repercusiones prácticas, concebimos que tenga el objeto de nuestra concepción. Entonces, nuestra concepción de esos efectos es la totalidad de nuestra concepción del objeto».
    • Máxima pragmática, publicada por primera vez en "Ilustraciones de la lógica de la ciencia".[2]
  • «Las iglesias protestantes sostienen en general que los elementos de la Santa Cena son la carne y la sangre sólo en un sentido figurado, nos nutren el alma como la carne y su jugo nutrirían nuestros cuerpos. Pero los católicos mantienen que son eso, literalmente, a pesar de que poseen todas las cualidades sensibles de una oblea de pan y vino diluido...Nuestra idea de algo es nuestra idea de sus efectos sensibles, y si nos imaginamos que tenemos alguna otra nos engañamos, y confundimos una mera sensación que acompaña a la idea con una parte del propio pensamiento. Es absurdo decir que el pensamiento tiene un significado relacionado con su única función. Es una tontería que los católicos y los protestantes se consideren en desacuerdo acerca de los elementos de la Santa Cena, si están de acuerdo en lo que respecta a todos sus efectos sensibles, aquí o en el futuro».
  • «Es el hombre de ciencia, ansioso de que cada una de sus opiniones se regenere, cada una de sus ideas se racionalice, por beber en la fuente de la realidad, y dedicar todas las energías de su vida al culto de la verdad, no como él la entiende, sino como todavía no la entiende, lo que propiamente debería llamarse un filósofo».[3]
  • «Caballeros, esto es sin duda cierto, es absolutamente paradójico, no podemos comprenderlo y no sabemos lo que significa, pero lo hemos demostrado y, por lo tanto, sabemos que debe ser verdad».

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Referencias

  1. "Esencia cristalina del hombre" en The monist, vol. III, N º 1 (octubre de 1892).
  2. Popular Science Monthly, vol. 12 (Enero 1878), p. 286.
  3. "The Century's Great Men in Science", en: The 19th Century: A Review of Progress During the Past One Hundred Years in the Chief Departments of Human Activity (1901), G. P. Putnam's Sons.