El guardián entre el centeno

novela estadounidense de J.D. Sallinger
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El guardián entre el centeno

Título original The Catcher in the Rye
Autor J. D. Salinger
Publicación 1951 (hace 73 años)
Idioma inglés
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El guardián entre el centeno,[1] también traducida al español como El cazador oculto[1] y El guardián escondido[2] (The Catcher in the Rye), es una novela de J. D. Salinger publicada en 1951 en los Estados Unidos.

Primera frase

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NOTA: Salvo en los casos que cuentan con referencia en español, la traducción de las citas incluidas en esta sección es propia del usuario que las aporta.

  • «Si realmente te interesa saberlo, probablemente querrás saber primero dónde nací, y cómo fue mi puñetera niñez, y a qué se dedicaban mis padres y todo lo anterior a cuando me tuvieron a mí, y todo esa mierda tipo David Copperfield, pero no me apetece entrar en eso».
    • Original: «If you really want to hear about it, the first thing you'll probably want to know is where I was born, and what my lousy childhood was like, and how my parents were occupied and all before they had me, and all that David Copperfield kind of crap, but I don't feel like going into it».[3][4]

Variantes

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[Las traducciones a continuación aparecen en orden cronológico de publicación]

  • «Si de veras desean oírlo contar, lo que probablemente querrán saber primero es dónde nací, cómo fue mi infancia miserable, de qué se ocupaban mis padre antes de que yo naciera, en fin, toda esa cháchara estilo David Copperfield; pero, para serles franco, no me siento con ganas de hablar de esas cosas».[2]
    • Fuente: Salinger, J. D. (1968). El cazador oculto. Traducción de Manuel Méndez de Andés. Los Libros del Mirasol, Compañía General Fabril Editora, Buenos Aires.
  • «Si de verdad les interesa lo que voy a contarles, lo primero que querrán saber es dónde nací, cómo fue todo ese rollo de mi infancia, qué hacían mis padres antes de tenerme a mí, y demás puñetas estilo David Copperfield, pero no tengo ganas de contarles nada de eso».[2]
    • Fuente: Salinger, J. D. (1978). El guardián entre el centeno. Traducción de Carmen Criado. Madrid: Alianza.
  • «Si de verdad quieren que se los cuente, lo primero que probablemente querrán saber es dónde nací, cómo fue mi infancia de porquería, qué hacían mis padres antes de tenerme y todas esas idioteces a lo David Copperfield, pero, para serles sincero, no tengo ganas de ponerme a contar esas cosas».[2]
    • Fuente Salinger, J. D. (1998). El cazador oculto. Traducción de Pedro B. Rey. Buenos Aires: Sudamericana Joven.
  • «Si de veras les interesa el asunto, tal vez lo primero que les convenga saber es dónde nací, cómo fue mi asquerosa infancia, qué hacían mis padres antes de tenerme y todo ese cuento como de David Copperfield, pero a mí no se me antoja entrar en esos detalles».[2]
    • Fuente: Salinger, J. D. (2000). El guardián escondido. Traducción de Elizabeth Corral y Jorge Brash. Pie a tierra. Suplemento literario de Gaceta 3:33-36. Xalapa: Universidad Veracruzana.

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  • «Lo que realmente me gusta es un libro que, cuando lo acabas de leer, deseas que su autor fuera un gran amigo tuyo a quien podrías llamar por teléfono siempre que quisieras».
    • «What really knocks me out is a book that, when you're all done reading it, you wish the author that wrote it was a terrific friend of yours and you could call him up on the phone whenever you felt like it».[3]
    • Fuente: Capítulo III
  • «(...) me imagino a muchos niños pequeños jugando en un gran campo de centeno y todo. Miles de niños y nadie allí para cuidarlos, nadie grande, eso es, excepto yo. Y yo estoy al borde de un profundo precipicio. Mi misión es agarrar a todo niño que vaya a caer en el precipicio. Quiero decir, si algún niño echa a correr y no mira por dónde va, tengo que hacerme presente y agarrarlo. Eso es lo que haría todo el día. Sería el encargado de agarrar a los niños en el centeno. Sé que es una locura; pero es lo único que verdaderamente me gustaría ser. Reconozco que es una locura».[1]
    • Fuente: El cazador oculto, capítulo XXII. Traducción de Manuel Méndez de Andés. Los Libros del Mirasol, Compañía General Fabril Editora, Buenos Aires, 1968.[1]
  • «—"¿Sabes esa canción, 'Si una persona coge a una persona atravesando el campo de centeno'? Me gustaría...".
    —"Es 'Si una persona encuentra a una persona atravesando el campo de centeno'!" dija la Phoebe."Es un poema. De Robert Burns."
    —"Ya sé que es un poema de Robert Burns".
    Aunque ella tenía razón. Es 'Si una persona encuentra a una persona atravesando el campo de centeno'. Aunque por aquel entonces yo no lo sabía.
    —"Yo pensaba que era 'Si una persona coge a una persona'", dije. "De todas formas, siempre imagino todos estos niños jugando algún juego en un gran campo de centeno y todo eso. Miles de niños pequeños, y no hay nadie por allí —me refiero a que no hay ningún mayor— salvo yo. Y estoy justo en el borde de un acantilado tremendo. Lo que tengo que hacer es, es que tengo que cogerles a todos si empiezan a acercarse al borde, quiero decir que si están corriendo y no miran a donde van yo tengo que salir de la nada y cogerles. Es lo único que haría todo el día. Simplemente sería el guardián en el centeno y todo eso. Ya sé que es una locura, pero es lo único que me gustaría ser. Ya sé que es una locura".».
    • Original: «"You know that song 'If a body catch a body comin' through the rye'? I'd like — "
      "It's 'If a body meet a body coming through the rye'!" old Phoebe said. "It's a poem. By Robert Burns."
      "I know it's a poem by Robert Burns."
      She was right, though. It is "If a body meet a body coming through the rye." I didn't know it then, though.
      "I thought it was 'If a body catch a body,'" I said. "Anyway, I keep picturing all these little kids playing some game in this big field of rye and all. Thousands of little kids, and nobody's around — nobody big, I mean — except me. And I'm standing on the edge of some crazy cliff. What I have to do, I have to catch everybody if they start to go over the cliff — I mean if they're running and they don't look where they're going I have to come out from somewhere and catch them. That's all I'd do all day. I'd just be the catcher in the rye and all. I know it's crazy, but that's the only thing I'd really like to be. I know it's crazy".».[4]
    • Fuente: Capítulo 22

Citas sobre la obra

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  • «El guardián en[tre] el centeno es estrictamente literal porque responde a las cinco palabras del título en inglés, pero esa literalidad no beneficia el sentido, más bien lo oscurece. Veamos por qué. El guardián es el arquero —como lo llamamos nosotros en el fútbol— o, para ser más claro, el jugador que en el béisbol corre para atrapar la pelota; si ese jugador se encuentra, de manera figurada, en un campo casi idéntico a un trigal, estará evidentemente oculto y fuera del alcance del bateador. En suma, «cazaría» la pelota desde una guarida y se comportaría como un cazador oculto.
    Ésa es la idea que inspiró el título de Salinger, sólo que en inglés, y en los Estados Unidos, bastaba con la literalidad para establecer la metáfora. Pero en la versión en español era preciso imaginar el propósito de Salinger y dar exactamente la idea que el autor buscaba. En efecto, eso se hizo, y de manera brillante en la traducción argentina. Luego se impuso esta nueva versión y el guardián en el centeno ya no suena a nada».[1]
  • «El lenguaje de The Catcher in the Rye es [...] una auténtica representación artística de un tipo de oralidad informal y coloquial de la adolescencia estadounidense. Es considerablemente típica y trillada, y sin embargo, en muchas ocasiones, es también individual; es un argot burdo e impreciso, a veces imitativo y a veces imaginativo, y tiende a la estandarización gracias el empeño de las escuelas [a las que ha asistido Holden, de manera no muy exitosa]».[2]
    • Donald P. Costello
    • Fuente: Costello, Donald P. (2009). «The Language of The Catcher in the Rye». Ed. H. Anatole Grunwald. Salinger. A Classic Critical and Personal Portrait. Nueva York: Harper Perennial, 266-276.
  • «[Es la historia de un joven] que trató de integrarse a la humanidad y fracasó. Su tragedia [...] no es que no haya sido suficientemente fuerte o valiente o digno de ser aceptado en la humanidad. Su tragedia es haber descubierto, cuando trató de integrarse a la humanidad, que ya no tenía nada de humana».[2]
    • William Faulkner
    • Fuente: Faulkner, William. (1958). «A Word to Young Writers». En Faulkner at Virginia. Virginia: University of Virginia.[5]

Referencias

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  1. 1,0 1,1 1,2 1,3 1,4 1,5 Sorrentino, Fernando. «¿Cazador oculto o guardián entre el centeno...?». 26 de noviembre de 2002. El Trujamán. Centro Virtual Cervantes. Consultado el 19 de abril de 2021.
  2. 2,0 2,1 2,2 2,3 2,4 2,5 2,6 Calvillo R., Juan Carlos. «Algunos apuntes sobre la retraducción de The Catcher in the Rye, de J. D. Salinger». Actas JITC. Centro Virtual Cervantes. Consultado el 20 de abril de 2021.
  3. 3,0 3,1 Ratcliffe, Susan (ed.) (en inglés). «J. D. Salinger 1919–2010». Oxford Essential Quotations, 6.ª ed. Oxford University Press, 2018. eISBN 9780191866692. Consultado el 20 de abril de 2021.
  4. 4,0 4,1 Bloom, Harold (en inglés). J. D. Salinger's the Catcher in the Rye, pp. 2-4. Infobase Publishing, 2014. ISBN 1438119259, 9781438119250. En Google Libros. Consultado el 21 de abril de 2021.
  5. Faulkner, William (en inglés). «A Word to Young Writers». Faulkner at Virginia. Universidad de Virginia. Consultado el 20 de abril de 2021.