Carmine Crocco
«En este mundo, para mejorar, hay que tener el coraje de sacrificar hombres».
«En este mundo, para mejorar, hay que tener el coraje de sacrificar hombres».
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Carmine Crocco, conocido como Donatello, (5 de junio de 1830 - 18 de junio de 1905) fue un brigante o bandolero italiano.

  • «El brigante es como la serpiente, si no lo molestas no te muerde».
    • OriginaL «Il brigante è come la serpe, se non la stuzzichi non ti morde».
    • Fuente: Citado en Voci dall'ergastolo: documenti psicologici-criminali dal vero, Romolo Ribolla, ed. Loescher, 1903, p. 61
  • «Es imposible pensar en la anarquía; Esparta, Tebas, Corinto, Atenas estuvieron bajo la anarquía, ¿y qué beneficios tuvieron?».[1]
  • «Cuando yo pasaba, todos estaban a salvo, yo avanzaba y les decía: si queréis estar seguros, seguidme, porque yo era inteligente, mediante estratagemas era capaz de ir en medio del ejército enemigo sin ser reconocido».
  • «Sin lugar a dudas, hice daño a la sociedad, pero lo hice para defender mi vida; por ese motivo, hubiera incendiado el mundo entero».
  • «En este mundo, para mejorar, hay que tener el coraje de sacrificar hombres».[2]
  • «La patria es una ramera y la ley es aun peor. Porque, veréis, ambas tienen todos los derechos y no tienen ningún deber para con los hijos de la pobreza, llamando a sus madres mientras están de luto, ya que se desangran en el azar de los campos de batalla».[3]
  • «Cuando me metieron en la cárcel en Roma, me quejé en varias ocasiones por el trato injusto que me estaban dispensando. Una vez le hice saber al rey Francisco II, por medio del juez Pianore, que yo había prestado grandes servicios, y que como prueba tenía dos cartas que me fueron enviadas por el propio rey desde Bari. En respuesta me informaron de que el propio rey no podía admitir su presencia para no comprometerse ante las potencias extranjeras, pero me consolaba para que tuviera buen ánimo. Lo mismo me hizo repetir una vez más, a través de Monseñor Matteucci. Las autoridades papales luego me hicieron saber que no podían liberarme, porque el Gobierno italiano les habría acusado ante las potencias extranjeras de favoritismo y protección contra los bandidos».[4]

Citas sobre Carmine Crocco

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  • «En poco tiempo se convirtió en el más temido y respetado líder bandolero de la Lucania no sólo por su valor, sino también por su inteligencia de guerrillero... Fue en estas asambleas donde fue reconocido como Generalísimo Crocco no sólo por la autoridad que le daban sus gestas, sino también porque, aunque era medio analfabeto, tenía una oratoria imaginativa y apocalíptica».
    • Indro Montanelli (22 de abril de 1909 - 22 de julio de 2001), periodista, escritor e historiador italiano.
  • «El Zapata italiano, lo que le convertirá en el comandante en jefe de los campesinos del sur».[5]
    • Renzo Del Carria
  • «En este grupo tan numeroso y compuesto de elementos heterogéneos, podría parecer casi absurdo buscar la disciplina, pero la disciplina era perfecta, ya que, cualesquiera que fueran sus características, Crocco era, sin duda, un comandante temido».
  • «No era un patriota, sino un delincuente común feroz y sangriento».
    • Arrigo Petacco (1929 - ), periodista y escritor italiano.
  • «Asesino y ladrón recién salido de la cárcel, fue proclamado general por Francisco II y tomó a dos o tres lugartenientes elegidos de manera similar entre ladrones y asesinos, a los que concedió el grado de coroneles y mayores».[6]
    • Luigi Zini (1821 – 1894), político y escritor italiano.

Referencias

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  1. Voci dall'ergastolo: documenti psicologici-criminali dal vero, Romolo Ribolla, Ed. Loescher, 1903
  2. Le dernier brigand politique de la Basilicate, Carmine Donatelli Crocco, d'après ses mémoires, Jean Guiraud, Ed. Le Correspondant, 1904, p. 992
  3. Crocco le Brigand des Deux-Siciles, Carmine Policastro, Ed. Publibook, 2012, p. 19-20
  4. El ladrón Crocco y su autobiografía.
  5. Proletari senza rivoluzione: Volume 1, Ed. Oriente, 1966, pág. 75.
  6. Storia d'Italia dal 1850 al 1866: parte 1, Guigoni, 1869, p. 869