Entiendo lo que me basta |
y solamente no entiendo |
cómo se sufre a sí mismo |
un ignorante soberbio. |
De cuantas cosas me cansan |
fácilmente me defiendo; |
pero no puedo guardarme |
de los peligros de un necio. |
El dirá que yo lo soy, |
pero con falso argumento, |
que humildad y necedad |
no caben en un sujeto. |
-- Lope de Vega |