Najat El Hachmi

escritora catalana de origen amazic
Najat El Hachmi
«Hubo un tiempo en el que la belleza estaba de algún modo penalizada, porque las mujeres más bellas eran consideras peligrosas».
«Hubo un tiempo en el que la belleza estaba de algún modo penalizada, porque las mujeres más bellas eran consideras peligrosas».
Véase también
Biografía en Wikipedia.
Datos en Wikidata.
Esta página contiene citas de una persona actualmente viva.
Dependiendo de cómo se publicaran, pueden estar protegidas por derechos de autor. Deben usarse según las políticas de licencias de Wikiquote.

Najat El Hachmi Najat el Hachmi (Nador, Marruecos, 2 de julio de 1979) es una escritora marroquí nacionalizada española.

Citas editar

  • «Cuando digo feminismo, cuando digo libertad, me refiero a vivir sin que me releguen a un segundo plano, sin que mi existencia, mi opinión, mi placer y mi dolor valgan menos que la existencia, la opinión, el placer y el dolor de mis hermanos hombres».[1]
  • «El feminismo no consiste en reivindicar una identidad femenina, sino en desmontar esa supuesta identidad que se articula sobre el hecho de haber nacido con sexo femenino. Como dice Simone de Beauvoir, la feminidad no existe y no hay ninguna esencia. Hoy, este mensaje tan claro se está tergiversando y se está convirtiendo en una especie de reivindicación de la identidad de mujer que es muy extraño. Y en el islam, a las chicas jóvenes les venden el machismo como identidad, cuando en realidad es opresión».[2]
  • «Hubo un tiempo en el que la belleza estaba de algún modo penalizada, porque las mujeres más bellas eran consideras peligrosas. Pero, a partir de cierto momento, esto cambió para entrar de lleno en una suerte de explotación. Esta imposición coincide con lo que nos está pasando a las mujeres a nivel individual: la idea de que las cosas no funcionan, de que el lugar que ocupamos en el mundo no es justo, de que estamos siempre teniendo que batallar por todo. Aparece la idea de invertir. “Si inviertes en belleza, todo te va a ir bien, te va ir mejor”».[3]
  • «¡Pero es que lo que defienden es la libertad que tienes para someterte, para esclavizarte, y eso no existe! —asegura El Hachmi—. Y tampoco existe ese supuesto escenario de libertad en que las mujeres musulmanas eligen llevar el pañuelo. Es algo que nos imponen. Decir que no es así, que no hay una opresión contra nosotras, es ponerse un poco del lado de los que nos discriminan, en lugar de alinearse con las víctimas. Y sí, es verdad que eso es discriminar el pañuelo: pero es que esa discriminación de la discriminación a mí me parece razonable y pertinente. No se trata de señalar o perseguir a las mujeres que llevan pañuelo, sino de cuestionar su introducción en las esferas de representación».[4]
  • «Alguien puede decir que no se siente representada por el feminismo blanco porque no es blanca. Y mi problema como mujer no es la representatividad, mi problema es el machismo. Mientras, nadie dice a los hombres musulmanes que ya no pueden ir más allá, que a mí tanto me da lo que diga un texto de hace 1.400 años. Dejemos la religión en casa de una vez por todas».[5]
  • «Ser mujer no es una identidad que escoges, es el sexo con que naces. Te puedes pintar los labios y ponerte tacones, pero eso no es ser mujer, eso hazlo como quieras. Con la pandemia, las mujeres son las que más sufren la pérdida de los puestos de trabajo. Siempre que ha habido una crisis, las mujeres son las que más han sufrido las consecuencias. Y está el discurso de cuidar, y somos las primeras a las que nos envían a casa a cuidar. Otra vez con la misma historia, disfrazada con un lenguaje distinto, para dedicarte a “tus labores”».[2]

Referencias editar