Marina Benítez Demtschenko

Marina Benítez Demtschenko
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Marina Benítez Demtschenko es una abogada argentina, especializada en Derecho Informático argentina, fundadora y presidenta de Fundación Activismo Feminista Digital.

  • «Alrededor del año 2011 recién estábamos con las experiencias Facebook, muy pocas personas tenían conocimiento de otras plataformas. Había muy poca concientización sobre la protección de datos personales, por ejemplo, también estaba muy presente la sobreexposición de nuestras vidas en las redes sociales. Todo esto llevó a pensar de qué manera regular y proponer normativas a nivel nacional, que ampararan todo lo que ya veníamos sufriendo en este momento. Así es como nace la fundación Activismo Feminista Digital, primero detectando que los comportamientos violentos en Internet no eran aislados: respondían a una mecánica, había detrás de cada comportamiento una métrica que se podía reconocer, razón por la cual empezamos nosotras a nominar todo esto dentro de lo que es la violencia de género digital».
  • «El 74 por ciento de las usuarias digitales no conocen sobre medidas de seguridad de sus equipos. Utilizamos recursos digitales, pero no sabemos cómo manejarlos de manera óptima y segura».
  • «El acoso virtual, las amenazas anónimas, ataques trolls, etc., son formas de violencia digital machista que impactan y tienen una repercusión directa en lo que es la integridad psicológica, la dignidad de las personas y la identidad digital».
  • «Hay una toma de acciones contra la mujer damnificada por parte de su grupo social que es terrible. Mucha gente dice ‘ella quería filmarse, nadie la obligó’, por eso nosotras insistimos en que una cosa es que una mujer haya producido ese material en el marco de una relación, pero otra muy diferente es que el agresor lo difunda sin su consentimiento».
  • «Solemos instalar mucho la idea de que no hay que hablar de pornovenganza, porque no deja de ser un término muy sexista. Como si el fundamento de la difusión de tu material íntimo tuviera base en el hecho de que me hubieses dejado hacerlo o de que te lo merecés porque disfrutás de tu sexualidad y entonces: "hacete cargo". Nosotros hacemos la analogía y decimos que es "la pollerita corta 2.0". No me podés endilgar un daño a mí misma que soy la víctima. En realidad lo que sí tenemos que hacer es apuntar de alguna forma a hablar del agresor y de cómo el machismo se apropia de las tecnologías de la información y la comunicación. Eso nos violenta de la misma forma que en el mundo offline o físico».