Leopoldo Calvo Sotelo

político español, presidente del Gobierno de 1981 a 1982. I Marqués de la Ría de Ribadeo (1926-2008)
Leopoldo Calvo-Sotelo

Véase también
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Leopoldo Calvo-Sotelo (Madrid; 14 de abril de 1926-Pozuelo de Alarcón, 3 de mayo de 2008) fue un político español, presidente del gobierno de España entre febrero de 1981 y diciembre de 1982.

  • «Su ejemplaridad fue máxima cuando creyó que resistir en la Moncloa era un mal servicio a España. Su decisión no fue hija de la desgana de poder, porque en pocas personas se habrá dado tanta y tan noble ambición de Gobierno como en Adolfo Suárez».[1]
  • «Echo de menos todos los días a Felipe González. El PSOE era entonces un partido de Estado y con sentido de la responsabilidad».[2]
  • «Creo que ha gobernado durante muchos años bien, con errores, sobre todo al final, que le han costado la Presidencia».[2]
  • «Tengo solidaridad de expresidente con Aznar, porque somos pocos, debemos apoyarnos y vamos a hacer un sindicato de expresidentes, porque además lo de 'ex' es el único puesto vitalicio que se conserva hasta la muerte».[2]
  • «Es preocupante que este Gobierno diga que la Transición no vale y que hay que hacer otra. Es un error de gente joven imprudente e ignorante creer que cada veinte años se pude andar rehaciendo las estructuras básicas de España».[2]
  • «La Transición española constituye un punto y seguido de la historia de España y nunca fue una solución final como algunos malévolamente pretenden».[2]
  • «Las razones del éxito de UCD fueron las mismas que la de su rotundo fracaso. UCD nació para hacer lo que hizo y estaba condenada a desaparecer cuando ya estuviera hecho».[2]
  • «Creo que mi Gobierno cumplió el objetivo de hacer justicia civil y de devolver a los españoles la fe quebrantada en la monarquía parlamentaria».[2]
    • Nota: Sobre el intento de golpe de Estado del 23-F
  • «Es momento para proclamar nuestra fe en el orden constitucional y declarar paladinamente que hoy un auténtico grito de "¡Viva España!" no encierra una verdad distinta que la de "¡Viva la Constitución!" y "¡Viva la democracia!».[3]
    • Días después del 23-F.
  • «El problema del terrorismo no es sólo, como se dice a menudo, un problema de Estado, sino que es el gran problema que pone en riesgo la propia realidad del Estado».[2]
  • «Allí donde existen políticas monetarias y presupuestarias holgadas, por no decir expansivas, no hay menor inflación sino mayor crecimiento de los precios y no hay mayor ocupación sino más paro».[2]
  • «Me acuso de candor, de haber preferido siempre la inteligencia a la lealtad, de haberme dejado seducir por el brillo de los inteligentes, de no cuidar la fidelísima fidelidad de los fieles».[4]
    • Fuente: Memoria viva de la transición, 1990[4]

Referencias

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  1. «Frases célebres de Adolfo Suárez: qué dijo y qué dijeron de él». 23 de marzo de 2014. El Confidencial. Consultado el 9 de marzo de 2021.
  2. 2,0 2,1 2,2 2,3 2,4 2,5 2,6 2,7 2,8 3 de mayo de 2008. Canarias 7. Consultado el 9 de marzo de 2021.
  3. Calvo Hernando, Pedro. Los Ejércitos ... más allá del golpe, p. 292. Planeta, 1981. ISBN 9788432035968. En Google Libros. Consultado el 9 de marzo de 2021.
  4. 4,0 4,1 Memoria viva de la transición, p. 217. Leopoldo Calvo-Sotelo y Bustelo. Edición 2. Plaza & Janés, 1990. ISBN 9788478630103. En Google Libros. Consultado el 9 de marzo de 2021.