Juan Bautista Alberdi

abogado, diplomático y político argentino
Juan Bautista Alberdi

Véase también
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Juan Bautista Alberdi (San Miguel de Tucumán, Provincias Unidas del Río de la Plata; 29 de agosto de 1810 - Neuilly-sur-Seine, Francia; 19 de junio de 1884) fue un político y escritor argentino.

  • «Cuando se dice que la riqueza nace del trabajo, se entiende que del trabajo del hombre, pues trata la riqueza del hombre».[1]
  • «Dad al poder ejecutivo todo el poder posible, pero dádselo por medio de una constitución». [1]
  • «Después de ser máquinas del fisco español, hemos pasado a serlo del fisco nacional: he aquí todo la diferencia». [2]
  • «La grandeza del vecino, forma parte elemental e inviolable de la nuestra [...]».[3]
  • «La omnipotencia del Estado es la negación de la libertad individual». [4]
  • «Las sociedades que esperan su felicidad de la mano de sus gobiernos, esperan una cosa que es contraria a la naturaleza».[5]
  • «Lo peor del despotismo no es su dureza, sino su inconsecuencia, y sólo la Constitución es inmutable».[1]

Fragmentos teóricos

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  • «Dad ejércitos a los países que no tienen enemigos ni necesidad de hacer guerras y crearéis una clase que se ocupará de hacer y deshacer gobiernos, o lo que es igual, de hacer la guerra del país contra el país a falta de guerras extranjeras. El ejército degenerará en clase gobernante y el pueblo en clase gobernada o sometida».[6]
  • «Haced pasar el roto, el gaucho, el cholo, unidad elemental de nuestras masas populares por todas las transformaciones del mejor sistema de instrucción; en cien años no haréis de él un obrero inglés que trabaja, consume, vive digna y confortablemente».[7]
  • «La defensa se convierte en agresión, el derecho en crimen, desde que el tamaño del mal hecho por la necesidad de la defensa excede del tamaño del mal hecho por vía de agresión no provocada».[8]
  • «La guerra empieza a ser un crimen desde que su empleo excede la necesidad estricta de salvar la propia existencia. No es un derecho, sino como defensa. Considerada como agresión es un atentado».[8]
  • «La ignorancia no discierne, busca un tribuno y toma un tirano. La miseria no delibera, se vende. Alejar el sufragio de manos de la ignorancia y de la indigencia es asegurar la pureza y acierto de su ejercicio. Algunos dirán que es antidemocrático pero la democracia, tal como ha sido ejercida hasta ahora nos ha llevado a este triste destino».[9]
  • «Los reyes de España nos enseñaron a odiar bajo el nombre de extranjero, a todo el que no era español. Los libertadores de 1810, a su vez, nos enseñaron a detestar bajo el nombre de europeo a todo el que no había nacido en América. España misma fue comprendida en este odio. La cuestión de guerra se estableció en estos términos: Europa y América, el viejo mundo y el mundo de Colón. Aquel odio se llamó lealtad y éste patriotismo. En su tiempo estos odios fueron resortes útiles y oportuno; hoy son preocupaciones aciagas de estos países».[1]
  • «Recordemos a nuestro pueblo que la patria no es el suelo. Tenemos suelo hace tres siglos, y sólo tenemos patria desde 1810. La patria es la libertad, es el orden, la riqueza, la civilización organizados en el suelo nativo, bajo su enseña y en su nombre. Pues bien; esto se nos ha traído de Europa; es decir, Europa nos ha traído la noción del orden, la ciencia de la libertad, el arte de la riqueza, los principios de la civilización cristiana. Europa, pues, nos ha traído la patria, si agregamos que nos ha traído hasta la población, que constituye el personal y el cuerpo de la patria».[1]

Referencias

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  1. 1,0 1,1 1,2 1,3 1,4 Juan, Bautista Alberdi. Bases y puntos de partida para la organización política de la República Argentina. En la Biblioteca Cervantes Virtual, 1964. ISBN 978-84-1534-806-1
  2. Hardoy: la lucha por la libertad (varios autores); Edhasa, 2008. ISBN 9789876280310. Página 46.
  3. El crimen de la guerra p. 78.
  4. En Campeones de la Libertad. Centro de Estudios Económico-Sociales, 1986. Citado en Juan Bautista Alberdi, ideólogo del siglo XXI: análisis integral de su obra, p. 213. Ed. Depalma, 1987.
  5. Obras políticas. Linkgua ediciones, 2014. ISBN 9788490073728. p. 203.
  6. El Crimen de la Guerra, 1870. Citado por R. Pigna, en Los mitos de la historia argentina 2. Planeta Spain, 2011. ISBN 9789504925682. en GLibros.
  7. Bases y puntos de partida para la reorganización nacional. cap. XV, pág. 90.
  8. 8,0 8,1 El crimen de la guerra, p. 22. Editorial Linkgua digital, 2014. ISBN 978-84-9897-213-9.
  9. Citado por J. Schusman, en Radicales y Battlistas. Ed. Dunken, 2014. ISBN 978-98-70276-58-6. p 12.