Héctor Abad Gómez

escritor, periodista, político, médico y activista colombiano
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Héctor Abad Gómez
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Héctor Abad Gómez fue un médico, ensayista, político y especialista en Salud Pública colombiano, nacido en Jericó (Antioquia) en 1921 y esposo de Cecilia Faciolince. La pareja tuvo un hijo, el escritor Héctor Abad Faciolince, así como cinco hijas. Fue asesinado el 25 de agosto de 1987 por fuerzas paramilitares aún sin determinar.

  • «Sí, aunque no le temo a la muerte, tampoco quiero que me maten, ojalá no me maten: quiero morir rodeado de mis hijos y mis nietos, tranquilamente, [...] una muerte violenta debe ser aterradora, no me gustaría nada».[1]
  • «La ciudad se desbarata, pero aquí no hablan sino de fútbol».[2]
    • Nota: Tras el asesinato de Luis Felipe Vélez en Medellín en 1987.
  • «La epidemiología ha salvado más vidas que todas las terapéuticas».[3]
  • «Se justifica vivir si el mundo es un poco mejor, cuando uno muera, como resultado de su trabajo y esfuerzo. Vivir simplemente para gozar es una legítima ambición animal. Pero para el ser humano, para el Homo sapiens, es contentarse con muy poco. Para distinguirnos de los demás animales, para justificar nuestro paso por la tierra, hay que ambicionar metas superiores al solo goce de la vida. La fijación de metas distingue a unos hombres de otros. Y aquí lo más importante no es alcanzar dichas metas, sino luchar por ellas».[3]
  • «El estado no ve sino comunistas y peligrosos opositores en cualquier persona inquieta o pensante».[3]
  • «La Universidad está en la mira de quienes desean que nadie cuestione nada, que todos pensemos igual; es el blanco de aquellos para quienes el saber y el pensamiento crítico son un peligro social, por lo cual utilizan el arma del terror para que ese interlocutor crítico de la sociedad pierda su equilibrio, caiga en la desesperación de los sometidos por la vía del escarmiento».[4]
  • «Una sociedad humana que aspira a ser justa tiene que suministrar las mismas oportunidades de ambiente físico, cultural y social a todos sus componentes. si no lo hace estará creando desigualdades artificiales».[3]
  • «Sin justicia no puede, ni debe, haber paz».[3]
  • «El mero conocimiento no es sabiduría. La sabiduría sola tampoco basta. Son necesarios el conocimiento, la sabiduría y la bondad para enseñar a otros hombres».[3]

Citas sobre Héctor Abad Gómez

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  • «Consecuente con su profesión (la de médico) luchaba por la vida, y los sicarios le ganaron la batalla; en armonía con su vocación y su estilo de vida (el de universitario) peleaba contra la ignorancia concibiéndola, a la manera socrática, como la fuente de todos los males que agobian al mundo. Los asesinos entonces lo apostrofaron con la expresión bárbara de Millán Astray, que alguna vez estremeció a Salamanca: "¡Viva la muerte, abajo la inteligencia!"».
    • Carlos Gaviria Díaz el día del sepelio de Abad, tomado de El olvido que seremos, pág. 248.

Referencias

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  1. Abad Faciolince, Héctor. El olvido que seremos. Penguin Random House Grupo Editorial Colombia, 2017. ISBN 9789585428362, p. 235.
  2. Abad Faciolince, Héctor. El olvido que seremos. Penguin Random House Grupo Editorial Colombia, 2017. ISBN 9789585428362, p. 238.
  3. 3,0 3,1 3,2 3,3 3,4 3,5 Abad Faciolince, Héctor. El olvido que seremos. Penguin Random House Grupo Editorial Colombia, 2017. ISBN 9789585428362.
  4. Revista Anthropos, números 214-217. Editorial Proyecto a Ediciones, 2007, p. 175.