Tiziano

pintor italiano del Renacimiento
Tiziano
Detalle del Autorretrato de Tiziano, pintado hacia 1567 (Museo del Prado)
Detalle del Autorretrato de Tiziano, pintado hacia 1567 (Museo del Prado)
Véase también
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Tiziano (Pieve di Cadore, Belluno, Véneto, hacia 1477/1490-Venecia, 27 de agosto de 1576), también conocido en español Ticiano, fue un pintor italiano.

Citas sobre Tiziano editar

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  • «A esa avanzada edad Tiziano había alcanzado un conocimiento perfecto de los secretos de la naturaleza [...]. La potencia de Vecellio, producto de largos años de experiencia, dotaban de seguridad y expresividad cualquier trazo de su pincel. Pero al mismo tiempo, los años lo habían vuelto completamente realista, y la práctica le había dado esa capacidad para reproducir con gran maestría, mediante gruesos trazos, la realidad, aunque no siempre es fiel en la plasmación de los detalles, como sucede en el estilo [...] del primer periodo de su espléndida carrera. No obstante, sería un error creer que la aparente facilidad de las pinturas de ese último periodo fuese producto de la mera rapidez de concepción y ejecución; al contrario, pensamos que nuestro pintor dedicó a ellas más tiempo y estudio de lo que se cree, que precisamente en estas pinturas se advierte una de sus mayores destrezas, la de saber ocultar ese esfuerzo constante bajo las apariencias de la mayor naturalidad y espontaneidad de ejecución».[1]
    • Giovanni Battista Cavalcaselle y Joseph Archer Crowe
    • Fuente: Tiziano, su vida y sus tiempos (1878)
  • «Al principio, por tanto, cuando comenzó a seguir la manera de Giorgione, no teniendo más de dieciocho años, hizo el retrato de un gentilhombre de la familia Barbarigo, amigo suyo, que fue considerado muy bello, siendo la semejanza del encarnado propia y natural, y tan diferenciados los cabellos que podían cortarse, lo mismo que los puntos de un jubón de raso plateado que hizo en esa obra. En suma, fue considerado tan bien hecho y con tanta diligencia que si Tiziano no hubiese escrito en la sombra su nombre, habría sido considerado obra de Giorgione».[2]
  • «El género del pastoral erótico-mitológico tuvo sus orígenes en el círculo de Giorgione en la Venecia del siglo XVI. Tiziano siguió donde Giorgione lo dejó, literalmente, en el caso de la Venus dormida y el desnudo recostado se convierte en una característica distintiva de la pintura de Venecia, con los destacados ejemplos de Palma Vecchio y Paris Bordone, entre otros».
    • Original (en inglés): «The genre of erotic mythological pastoral had its origins in the circle of Giorgione in Venice at the start of the sixteenth century. Titian took up where Giorgione left off, quite literally in the case of the Sleeping Venus and the reclining nude became a distinctive feature of Venetian painting, with notable examples by Palma Vecchio and Paris Bordone, among others».[3]
    • Malcom Bull, catedrático del Arte de la Universidad de Oxford
    • Fuente: The Mirror of the Gods: Classical Mythology in Renaissance Art (2006)
  • «... es bien cierto que el modo de hacer que tiene en estas últimas es bastante diferente de su estilo juvenil: las primeras obras han sido realizadas con una cierta finura y una diligencia increíble, y pueden ser vistas de cerca y de lejos; las últimas, realizadas a golpes, de forma gruesa y con manchas, no se pueden ver de cerca, mientras de lejos resultan perfectas. [...] Y ese modo bien hecho es juicioso, bello y admirable, pues hace parecer vivas las pinturas y hechas con gran arte,...».[4]
  • «... jamás paso delante de él sin pararme, por la admiración que me causa aquella mujer dormida puesta en primer plano, haciéndome tanta novedad, como si jamás la hubiese observado. El colorido de esta fugura es de lo más claro, que jamás usase el Ticiano: la degradación de las tintas tan maravillosas, que yo no he visto en este género cosa mayor en el mundo...».[5]
  • «No tenía en la paleta más que unos pocos y sencillos colores; pero sabía elegir aquellos que mayormente se distinguían y diferenciaban, y conocía los grados y los momentos favorables de sus oposiciones. No obstante, nada había en ellos de violento; la variedad de los colores, dispuestos unos juntos a otros, parece un accidente natural, pero es efecto del arte más desenvuelto».[6]
  • Senador 1.º: «Seáis muy bien venido a vuestra patria
    pintor famoso, gran Tiziano,
    honor del siglo antiguo y el moderno».[7]
  • «Solía decir nuestro gran Tiziano/que los que deseaban ser pintores/debían conocer tres colores/el blanco, el negro el rojo, y tenerlos en la mano».[6]
    • Marco Boschini
    • Fuente: Carta del navegar pintoresco' (1660)
  • «[Solo en él] se ven reunidas a la perfección todas las partes excelentes que a menudo se encuentran divididas entre muchos: además, en cuanto al colorido, la cual no tuvo ninguno de los antiguos, o si la tuvo, faltó a quien más a quien menos a todos los modernos; porque, como digo, él camina con el mismo paso que la naturaleza: de ahí que cualquier figura suya esté viva, se mueve, y las carnes tiemblan».[8]
  • «Un día, yendo Miguel Ángel y Vasari a ver a Tiziano al Belvedere, vieron un cuadro que acaba de terminar, una mujer desnuda que representaba a Dánae que tenía en el regazo a Júpiter transformado en lluvia de oro, y mucho (al estar él presente) se la alabaron. Una vez que se apartaron de él, reflexionando sobre el estilo de Tiziano, Buonarroti lo ponderó bastante, diciendo que mucho le agradaba el colorido suyo y el estilo, pero que era un pecado que en Venecia no se aprendiera desde el principio a dibujar bien, y que no tuviesen esos pintores mejor modo en el estudio».[11]

Referencias editar

  1. Zuffi (2005), pp. 82-3.
  2. Zuffi (2005), p. 67.
  3. Bull, Malcolm . The Mirror of the Gods: Classical Mythology in Renaissance Art. Penguin UK, 2006. ISBN 0141912626, 9780141912622. En Google Libros. Consultado el 22 de octubre de 2019.
  4. Zuffi (2005), p. 82.
  5. Rose-de-Viejo, Isadora. «El impacto del arte de Tiziano en España». EN: Cabañas Bravo, Miguel. El arte foráneo en España: presencia e influencia, p. 302. Volumen 9 de Biblioteca de historia del arte. Consejo Superior de Investigaciones Científicas (Spain). Editorial CSIC-CSIC Press, 2005. ISBN 8400083288, 9788400083281. En Google Libros. Consultado el 22 de octubre de 2019.
  6. 6,0 6,1 Zuffi (2005), p. 76.
  7. Morán Turina, José Miguel y Javier Portús Pérez. El arte de mirar: la pintura y su público en la España de Velázquez, pp. 142-3. Ediciones AKAL, 1997. En Google Libros. Consultado el 22 de octubre de 2019.
  8. Zuffi (2005), p. 81.
  9. Goodwin, Robert. España. Centro del mundo. La Esfera de los Libros, 2016. ISBN 849060648X, 9788490606483. En Google Libros. Consultado el 22 de octubre de 2019.
  10. Villalobos, Angel de. La Colmena, periódico redactado por A. de Villalobos, Volumen 4. Londres: Ackermann, 1845. En Google Libros Consultado el 22 de octubre de 2019.
  11. 11,0 11,1 Zuffi (2005), p. 77.

Bibliografía editar

  • Zuffi, Stefano et al. (traducción de Víctor Gallego y Carmen Muñoz del Río). El retrato: obras maestras entre la historia y la eternidad. Electa, Random House Mondadori, S. A., 2005.