Madame de Lambert
«Hay tan pocas grandes fortunas libres de culpa, que yo perdono a vuestros padres el que no os hayan dejado ninguna».
«Hay tan pocas grandes fortunas libres de culpa, que yo perdono a vuestros padres el que no os hayan dejado ninguna».
Véase también
Biografía en Wikipedia.
Multimedia en Wikimedia Commons.
Obras en Cervantes Virtual.
Datos en Wikidata.
Esta página contiene citas de una persona fallecida hace 291 años.

Anne-Thérèse de Marguenat de Courcelles (París, 1647-ibid., 12 de julio de 1733), más conocida como madame de Lambert, fue una mujer de letras y "salonnière" francesa.

Citas editar

NOTA: Salvo en los casos que cuentan con referencia en español, la traducción de las citas incluidas en esta sección es propia del usuario que las aporta.

  • «El mejor modo de vengaros de una injuria, es el no imitar al que os la ha hecho».[1]
  • «En amor no son los que ceden los que aman más; sino los que resisten».[2]
  • «Hay tan pocas grandes fortunas libres de culpa, que yo perdono a vuestros padres el que no os hayan dejado ninguna».[3]
  • «La chanza, que forma parte de los entretenimientos de la conversación, es muy difícil de manejar».[1]
  • «La disposición más necesaria para saborear los placeres es saber estar sin ellos».
    [The most necessary disposition to relish pleasures is to know how to be without them].[4]
  • «La sociedad no es otra cosa que una turba de fugitivos de sí mismos».
    [Le monde n'est qu'une troupe de fugitifs d'eux-mêmes].[5]
  • «Nadie sufre con más dulzura el ser reprendido que el que más merece ser elogiado».[1]
  • «No es la privación de conocimientos lo que hay que temer, sino el error y los juicios falsos».
    [Ce n'est pas la privation des connaisances qui est á craindre, c'est l'erreur et les faux jugements].[6]
  • «Toda disminución en la amistad es una pérdida, porque ordinariamente todo sentimiento que se debilita cae».[1]
  • «Todo el mundo se duele de la falta de amigos; pero nadie se preocupa de revestirse de aquellas cualidades necesarias para conseguirlos y conservarlos».
    [Tout le monde se plaint qu'il n'a point d´amis, et personne ne se met en peine d'apporter les dispositions nécessaires pour en faire et pour les conserver].[7]
  • «Vivimos con nuestros defectos igual que con nuestros olores corporales: no los percibimos; no molestan sino a quienes están con nosotros».[8]
    [Nous vivons avec nos défauts comme avec les odeurs que nous portons: nous ne les sentons plus; elles n'incommodent que les autres].[9]

Referencias editar

  1. 1,0 1,1 1,2 1,3 D. R. C. (1858), pp. 18, 60, 127, 200.
  2. Ortega (2013), p. 3624.
  3. Señor (1997), p. 149.
  4. Stanhope, Earl of Chesterfield; James Forrester. Practical Morality, Or, A Guide to Men and Manners.... Editor J. Walker, 1813.
  5. Goicoechea (1952), p. 227. En Réflexions.
  6. Goicoechea (1952), p. 161. En Réflexions.
  7. Goicoechea (1952), p. 17.
  8. Señor (1997), p. 124.
  9. En Réflexions, según Goicoechea (1952), p. 115.

Bibliografía editar

  • D. R. C. (1858). Tesoro de la sabiduria de todos los siglos y paises: sentencias, pensamientos, máximas y dichos memorables de los sabios y hombres celebres. El Libro de Oro, Madrid. En Google Libros.
  • Goicoechea, Cesáreo (1952). Diccionario de citas. Labor. 
  • Ortega Blake, Arturo (2013). El gran libro de las frases célebres. Penguin Random House Grupo Editorial, México. ISBN 9786073116312.
  • Señor, Luis (1ª ed. 1997 / 2017). Diccionario de citas. Espasa Calpe. ISBN 8423992543.