B. Traven

novelista alemán



Bruno Traven

Véase también
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B. Traven (Alemania, 23 de febrero de 1882-Ciudad de México, 26 de marzo de 1969) es uno de los tantos seudónimos (Bruno Traven, Traven Torsvan, Hal Croves o Ret Marut) de un novelista que escribió en alemán.

Citas editar

  • «El canastero tenía muy escaso conocimiento del mundo exterior, sí es que tenía alguno, de otro modo hubiera sabido que a lo que a él le ocurría pasaba a todas horas del día con todos los artistas del mundo»
  • «En los últimos tiempos había encontrado la vida tan risueña y agradable, que se negaba a renunciar a ella, pues sabía que aún le restaban muchos años buenos»
  • «Jugaba ajedrez con maestría, pero no admitía una derrota. Sí algún contrincante la superaba, suspendía el partido, aventándole no sólo las piezas del juego sino hasta el tablero»
  • «Tenia ya veinticuatro, una edad en la cual en México las mujeres ya no se sienten en condiciones de escoger, y generalmente toman lo que les llega sin esperar, títulos, posición social, fortuna o al hombre guapo y viril de sus sueños»
  • «Pues déjame decirte una cosa: las gallinas no necesitan de gallo para poner huevos»
  • «Nunca pensó él que un ser humano podía encolerizarse tanto»
  • «¿De qué sirve un buen ejemplo en un libro sino puede uno servirse de él para su propio bien?»
  • «Allí se quedo largo tiempo dibujando con la punta de su zapato figuras imaginarias sobre el piso del corredor mientras por su mente desfilaban quien sabe cuántas reflexiones»
  • «El perro lo tomo con más suavidad que prisa, lanzó una mirada de agradecimiento a su favorecedor, cómo ningún hombre y sólo los animales saben hacerlo»
 
«
Claro, que si la persona no es ni sensata ni honesta no podrá comprender las cosas en la misma forma en que nosotros aquí las entendemos
 
»
P. 24 "Canasta de Cuentos Mexicanos". Ed. SELECTOR. ISBN 978-970-643-854-6
  • «Los comerciantes hacían sus tratos tan ruidosamente como si se encontraran en una feria, mientras los servicios religiosos se llevaban acabo al mismo tiempo»
  • «Todos tenemos que trabajar en la vida, y también tú tendrás que hacerlo»
  • «A medida que hablaba, lloraba desconsolado, hasta que llego un momento en que sólo pudo balbucear frases incoherentes»
  • «Pronto observe que el pobre no estaba ni ebrio ni adormecido sino que sufría intensamente»
  • «¿El alcalde, señor? Ese es el bruto más grande que hay. Por eso lo eligieron»
  • «Se encontraba desesperado, no pensaba en ninguna de las consecuencias de su crimen; como un niño testarudo, deseaba ver satisfecho su deseo inmediatamente»