Diferencia entre revisiones de «Juan Martín el Empecinado (Galdós)»

Contenido eliminado Contenido añadido
enlace
Línea 4:
<!-- Agregar las citas en orden alfabético con sus fuentes y referencias con los requisitos que piden las políticas oficiales. Sin ellas cualquier editor puede borrarlas, por lo que se perderá tu aportación. El uso de bases de datos de citas de Internet está prohibido por la política oficial de referencias aprobada por la comunidad. -->
 
* «En las [[Guerra de guerrillas|guerrillas]] no hay verdaderas batallas; es decir, no hay ese [[Duelo (enfrentamiento)|duelo]] previsto y deliberado entre [[Ejército|ejércitos]] que se buscan, se encuentran, eligen terreno y se baten. Las guerrillas son la [[sorpresa]], y para que haya choque es preciso que una de las partes ignore la proximidad de la otra. La primera cualidad del guerrillero, aun antes que el [[valor]], es la buena andadura, porque casi siempre se vence corriendo. Los guerrilleros no se retiran, huyen, y el huir no es vergonzoso en ellos. La base de su [[estrategia]] es el arte de reunirse y dispersarse. Se condensan para caer como la [[lluvia]], y se desparraman para escapar a la persecución; de modo que los esfuerzos del ejército que se propone exterminarlos son inútiles, por que no puede luchar con las [[Nube|nubes]]. Su principal [[arma]] no es el trabuco ni el fusil, es el [[terreno]]; sí, el terreno, porque según la facilidad y la [[ciencia]] prodigiosa con que los guerrilleros se mueven en él, parece que se modifica a cada paso prestándose a sus maniobras».<ref>Pérez Galdós (1879), ''Juan Martín el Empecinado'', [http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/juan-martin-el-empecinado--0/html/ff3540ca-82b1-11df-acc7-002185ce6064_6.html#I_5_ Capítulo 5, p. 55.]</ref>
** Fuente: Capítulo 5, p. 55