* «Acusar a los demás de los infortunios[[infortunio]]s propios es un signo de falta de educación. Acusarse a uno mismo demuestra que la [[educación]] ha comenzado».<ref>{{Versalita|Palomo}} Triguero, Eduardo. ''Cita-logía''(2013), p. 104. Editorial Punto Rojo Libros, S.L. ISBN 978-84-16068-10-4. </ref>▼
* «Acuérdate que debes comportarte en la vida como en un banquete. Si se pone algún plato delante de ti, puedes meter la mano y tomar honestamente tu parte; si sólo pasa por delante de ti, guárdate bien de detenerlo o de meter la mano en él temerariamente: antes, espera apacible a que vuelva a ti. Lo mismo debes hacer para con tu mujer, tus hijos, las dignidades, las riquezas y todas las otras cosas de este género. Porque por este medio te harás merecedor de comer a la mesa de los dioses. Empero, si eres tan generoso que rehúses también lo que te presentan, no solamente serás digno de comer a la mesa de los dioses, sino que merecerás tener parte en su poder».<ref>Echeverri, Elío Fabio. ''Diccionario del pensamiento'', p. 188. Editorial Ferrini, 1942.</ref>
▲* «Acusar a los demás de los infortunios propios es un signo de falta de educación. Acusarse a uno mismo demuestra que la educación ha comenzado».<ref>Palomo Triguero, Eduardo. ''Cita-logía'', p. 104. Editorial Punto Rojo Libros, S.L. ISBN 978-84-16068-10-4. </ref>
