Diferencia entre revisiones de «Piotr Kropotkin»

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Línea 30:
* «Una sociedad en la cual cada individuo sea un productor de trabajo manual o intelectual; en la que todo ser humano que no esté impedido sea un trabajador, y en la que todos trabajen, lo mismo en el campo que en el taller industrial».
 
* «El exceso de trabajo repugna a la naturaleza humana, pero no el trabajo. El exceso de trabajo para proveer a una minoría los lujos, pero no el trabajo que origina el bienestar de todos. El trabajo, la labor, es una necesidad psicológica; la necesidad de gastar la energía física acumulada; una necesidad que es en sí la salud y la vida. Si tantas clases de trabajo útil son hechas ahora de mala gana, es únicamente porque imponen un exceso de trabajo o no están bien organizadas. Nosotros sabemos -el viejo Franklin lo sabía también-, que cuatro horas de trabajo útil por día son más que suficientes para que todo el mundo pueda gozar del bienestar de una casa, de una familia verdaderamente acomodada de la clase media, si todos nosotros nos dedicáamosdedicamos a un trabajo productivo y no derrochásemos nuestras fuerzas productivas, como hacemos ahora. En cuanto a la cándida cuestión que desde unos cincuenta años se viene sosteniendo de ¿quién hará el trabajo desagradable?, yo lamento francamente que ninguno de nuestros sabios se haya visto obligado a hacerlo, aunque fuera tan solo por un día. Si hay todavía trabajo que es desagradable en sí, es únicamente porque nuestros científicos no han querido pensar en los medios para hacerlo menos desagradable; han sabido siempre que había una multitud de hambrientos que harían aquellos trabajos por unos cuantos céntimos al día».
 
* «Es preciso para un gobierno castigar a los que violan las leyes de la sociedad, hay muchas cosas que decir sobre eso, lo que hace difícil tratarlo por incidencia. Cuanto más estudiamos la cuestión, tanto más estamos obligados a afirmar que la sociedad, en si, es responsable de las acciones antisociales cometidas en medio de ella; y que ningún castigo, ninguna cárcel y ningún verdugo puede disminuir el número de tales hechos; solamente puede hacerlo una reorganización de la sociedad misma».
Línea 48:
* «En una sociedad basada en la explotación y la servidumbre, la naturaleza humana se degrada. Pero a medida que la servidumbre vaya desapareciendo, volveremos a posesionarnos de nuestros derechos; sentiremos la necesidad de odiar y amar aún en casos complicados».
 
* «La mentira, la brutalidad, etc., no son repugnantes porque lo digan los códigos de moralidad, lo son porque sublevan los sentimientos de igualdad de aquel para quien la igualdad no es una vana palabra: sublevan sobre todo a quien es realmente anarquista en su manera de pensar y obrar».
 
* «Lo que la humanidad observa en el hombre verdaderamente moral es su energía plena de vida, que le empuja a dar su inteligencia, sus sentimientos, sus actos, sin pedir nada a cambio».
Línea 70:
* «Se habla de compartir con quienes no tienen. Pero cuando alguno lo pone en práctica, se le advierte que son sentimientos adecuados para libros poéticos y no para la vida».
 
* «Dejemos atrás las formas ambiguas que dicen: ‘derecho"derecho al trabajo’trabajo" o ‘a"a cada uno el producto íntegro de su labor’labor". Nosotros proclamamos el derecho al bienestar, el bienestar para todos».
 
* «Para que el bienestar se transforme en realidad, se necesita que el capital deje de ser considerado como propiedad privada del acaparador. El instrumento de producción debe ser la propiedad común para que el espíritu colectivo saque los máximos beneficios para todos. Hay que expropiar. El bienestar de todos es el fin. La expropiación, el medio. El problema de la expropiación no se resuelve por la vía legislativa. Pobres y ricos saben que los gobiernos actuales ni los por venir, puede resolverlo. Se siente la necesidad de una revolución social, y ni a unos ni a otros se les oculta que esta revolución está próxima. ¿De dónde vendrá la revolución?, ¿Cómo se anunciará? Incógnita. Pero los observadores y quienes meditan no lo dudan: trabajadores, explotadores, revolucionarios, conservadores, pensadores y hombres prácticos, todos afirman que está llamando a nuestras puertas».