Diferencia entre revisiones de «Silvano Santander»

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Línea 27:
 
 
* «Los hombres que se discuten son los que valen.» <ref>Santander, Silvano. Yrigoyen . Editorial La Fragua, Buenos Aires, 16551965. pp..</ref>
 
* «... al que se le teme o al que se le cuida, se lo coloca, acaso sin pensarlo ni quererlo, en un plano de superioridad. Se le cuida a los que constituyen o concretan una realidad social. Se le teme a los reformadores que viven la anticipación de un devenir venturosos.» <ref>Santander, Silvano. Yrigoyen . Editorial La Fragua, Buenos Aires, 16551965. pp.25.</ref>
 
 
* "En un instante puede desmoronarse un [[ídolo]] creado por nuestro afecto o por nuestra fe. La realidad puede ser más fuerte que la intención y la intensidad de nuestros sentimientos". <ref>Santander, Silvano. Yrigoyen . Editorial La Fragua, Buenos Aires, 16651965. pp..</ref>
 
 
Línea 38:
<ref>Santander, Silvano."Debate de la Ley de Represión del Espionaje, Sabotaje y Traición", 6 de septiembre de 1950.</ref>
 
* «[...] el Radicalismo fue la fuerza creadora y avasallante de las grandes esperanzas argentinas.» <ref>Santander, Silvano. Yrigoyen . Editorial La Fragua, Buenos Aires, 16651965. pp.139.</ref>
 
 
* «Yrigoyen intentó crear dentro del ámbito de libertad a un grupo del pueblo argentino que se comprometiera a mantener muy en alto la antorcha inmortal de la libertad, formando un plafón de educación cívica cuyo norte fue el de respetar las ideas ajenas. En mérito a la realidad histórica, no podemos decir que Yrigoyen se "...estrellara contra el clero y el ejército". Fue un gobernante respetuoso de la ley y del orden constitucional, y por encima de todo, tenía fe en su pueblo y en el destino del país. Respetó todos los credos, todas las razas, todos los pueblos".» <ref>Santander, Silvano. Yrigoyen . Editorial La Fragua, Buenos Aires, 16651965. pp.123.</ref>
 
 
* «Si en el cambio de estructura y de tónica [[Yrigoyen]] al democratizar la Nación en el gobierno, en la escuela, en la universidad, en la justicia y en las fuerzas armadas, echó mano de los hijos de los inmigrantes que habían afluido al país bajo el embrujo de los llamados de nuestra Constitución, ello no quiere decir que tendrían preponderancia en el gobierno, por la sencilla razón de que el elegido cumpliría sus promesas bajo los dictados de la Constitución. Y ésta, en su definición, no es clasista. El ser nacional, el hombre argentino, tal la inquietud afiebrada de Yrigoyen.» <ref>Santander, Silvano. Yrigoyen . Editorial La Fragua, Buenos Aires, 16651965. pp.47.</ref>
 
== Referencias ==