Diferencia entre revisiones de «Charlotte Brontë»

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=== ''[[w:Jane Eyre|Jane Eyre]]'' (1847) ===
* «'''El convencionalismo no es moralidad.''' La justicia propia no es religión. Atacar al primero no es atacar al último. Arrancarle la máscara de la cara del [[w:fariseo|fariseo]], no consiste en levantar una mano impía a la Corona de Espinas. E'''stasEstas cosas y los hechos están diametralmente opuestos: son tan diferentes como lo es el vicio a la virtud.''' Los hombres también suelen confundirlos: no deberían confundirse: '''la apariencia no debe ser confundida con la verdad'''; las pequeñas doctrinas humanas, que sólo tienden a enorgullecer y a magnificar a unos pocos, no deberían ser sustituidas por el credo redentor mundial de [[Cristo]]. Hay, lo repito, una diferencia, y es un bien, y no una mala acción, marcar ampliamente y claramente la línea de separación entre ellas. Al mundo puede no gustarle ver estas ideas separadas, porque se ha acostumbrado a mezclarlas, encontrando conveniente hacer pasar una impresiónapariencia de piedad por un mérito admirableauténtico - para dejar que las paredes blanqueadas respondan por los templos limpios. Es posible que odien a quien se atreva a examinar y exponer ... para penetrar el sepulcro, y revelar los vestigios sepulcrales».
** Prefacio, 2a edición (21 Dic 1847). <small>Las frases "apariencia de piedad", (en inglés "external show"), y "mérito auténtico" del inglés ""sterling worth", son alusiones bíblicas de 2 Timoteo 3:5 y 1 Corintios 11:19. "Paredes blanqueadas" es una alusión a Hechos 23:3.</small>
** Prefacio, 2a edición (21 Dic 1847)
 
* «¿Crees que porque soy pobre, poco conocida, poco atractiva y pequeña, no tengo alma y no tengo corazón?. ¡Piensas mal! . '''¡Tengo tanta alma como tú- y llena de puro corazón!''' y si Dios me hubiera dotado de algo de belleza y mucha riqueza, habría sido tan dificil para ti dejarme, como lo es ahora para mí el dejarte. No estoy hablando contigo ahora por medio de la costumbre, convencionalidades, ni siquiera de la carne mortal: es mi espíritu que se ocupa de tu espíritu, como si ambos hubieran pasado por la tumba, y se situaran a los pies de Dios, iguales - como somos!».