«Hay muchos que producen novelas porque cuando ellos nacieron ya las habían escrito otros. Si al venir a la vida no hubiesen encontrado libros, nunca se les hubiese ocurrido escribirlos. Yo, en cambio, tengo la certeza de que al nacer en un país salvaje, sin literatura, sin novelas, sin lenguaje escrito, habría hecho por las mañanas varias leguas de marcha para llegar a la cabaña del vecino más próximo y decirle: "Compañero, vengo a contarle una historia muy interesante que se me ocurrió anoche..." Yo he nacido para contar historias. Siento la necesidad de crear novelas, tan imperiosamente como necesito comer y beber».[1]