Diego de Saavedra Fajardo

diplomático y escritor español del Siglo de Oro
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Diego de Saavedra Fajardo
«No está la felicidad en vivir, sino en saber vivir».
«No está la felicidad en vivir, sino en saber vivir».
Véase también
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Diego de Saavedra Fajardo (Algezares, Murcia, 1584 - Madrid, 1648) fue un escritor y diplomático español.

  • «A mucho obliga el que, teniendo valor para hacerse temer, se hace amar».[1]
  • «Andan siempre asidas de la mano la clemencia y la justicia. Haz uso de la una con tal arte, que la otra no quede ofendida».[2][3]
  • «El mayor bien que tienen los hombres es la amistad. Espada es segura, siempre al lado, en la paz y en la guerra».[4]
  • «El no esperar remedio, ni desesperar de él, suele ser el remedio de los casos desesperados».[5]
  • «El oprimido por la adversidad no debe mostrarse menesteroso, porque hará desesperada su fortuna».[6]
  • «El poder absoluto es tiranía; quien le procura, procura su ruina».[7]
  • «El que a muchos teme, de muchos es temido». [8]
  • «El valor nunca es mayor que cuando nace de la última necesidad».[9][10]
  • «En la guerra, para los buenos, no es menos triste matar que morir».[11]
  • «Es un potro la juventud que con un cabezón duro se precipita y fácilmente se deja gobernar de un bocado blando».[12]
  • «Fuera feliz el hombre si, como está en su mano el acordarse, estuviera también el olvidarse».[13]
  • «Gobernarse por lo que dice el vulgo es flaqueza».[14]
  • «Hay que saber navegar con viento de proa». [In contraria ducet]. [15]
  • «La curiosidad no está sujeta a los fueros, ni teme a las penas. Mas se atreve más contra lo que más se prohíbe». [16]
  • «La fortuna se mueve aprisa, y casi todos los hombres, despacio. Por eso, pocos la alcanzan».[17]
  • «La lengua disimula y encubre los designios».[18]
  • «La música, delicado filete de oro que dulcemente gobierna los afectos».[19]
  • «Más debemos algunas veces a nuestros errores que a nuestros aciertos, porque aquéllos nos enseñan y éstos nos desvanecen».[20]
  • «Más reinos derribó la soberbia que la espada; más príncipes se perdieron por sí mismos que por otros».[21]
  • «Ningún enemigo mayor al hombre. No acomete el águila al águila ni un áspid a otro áspid, y el hombre siempre maquina contra su misma especie».[22]
  • «No conoce la dulzura de la paz quien no ha probado la amargura de la guerra».[23]
  • «No está la felicidad en vivir, sino en saber vivir. Ni vive más el que más vive, sino el que mejor vive».[24][25]
  • «No mide el tiempo la vida, sino el empleo».[26]
  • «No se teme en los hombres el vicio, porque los hace esclavos; la virtud sí, porque los hace señores».[27]
  • «Por librarnos de un vicio, damos muchas veces en el opuesto».[28]
  • «¿Qué no acometiera el poder, si no tuviera delante a la murmuración?».[29]
  • «Si pudieran caber celos en la naturaleza, los tuviera el arte».[33]
  • «Sobre las piedras de las leyes, no de la voluntad, se funda la verdadera política». [34]
  • «Tres cosas se han de considerar en el consejo: lo fácil, lo honesto y lo provechoso».[35]
  • «Un pequeño gusano roe el corazón a un cedro, y lo derriba».[36]

Referencias

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  1. Señor (1997), p. 46.
  2. Señor (1997), p. 310.
  3. Saavedra (1853), p. 62.
  4. Ortega (2013), p. 183.
  5. Palomo, Eduardo. Cita-logía. pág. 247 Punto Rojo Libros, 2013. ISBN 9788416068104.
  6. Ortega (2013), p. 94.
  7. Ortega (2013), p. 3999.
  8. Saavedra Fajardo, Diego de. Idea de un príncipe político christiano representada en cien empresas. Editor Mateo Regil, hered. de Chrisost. Garriz, 1660. p. 233.
  9. Ortega (2013), p. 4096.
  10. Señor (1997), p. 542.
  11. Ortega (2013), p. 1974.
  12. Señor (1997), p. 180.
  13. Ortega (2013), p. 2973.
  14. Señor (1997), p. .
  15. Saavedra (1845), p. 135.
  16. Saavedra (1845), p. 91.
  17. Ortega (2013), p. 1262.
  18. Señor (1997), p. 315.
  19. Ortega (2013), p. 2806.
  20. Ortega (2013), p. 1519.
  21. Ortega (2013), p. 3832.
  22. Ortega (2013), p. 2129.
  23. Ortega (2013), p. 3108.
  24. Saavedra (1845), p. 96.
  25. Ortega (2013), p. 1773.
  26. Señor (1997), p. 515.
  27. Ortega (2013), p. 4225.
  28. Ortega (2013), p. 4185.
  29. Ortega (2013), p. 2798.
  30. Ortega (2013), p.1350 .
  31. Saavedra (1853), p. 136.
  32. Señor (1997), p. 160.
  33. Ortega (2013), p. 409.
  34. Saavedra (1845), p. 96.
  35. Ortega (2013), p. 898.
  36. Señor (1997), p. 479.

Bibliografía

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  • Ortega, Arturo. El gran libro de las frases célebres. Penguin Random House Grupo Editorial. México, 2013. ISBN 6073116314, 9786073116312. (En Google Books.)
  • Saavedra Fajardo, Diego de. Fernández Navarrete, Pedro. Obras de Don Diego de Saavedra Fajardo y del licenciado Pedro Fernandez Navarrete, Volumen 25. Editor M. Rivadeneyra, 1853.
  • Saavedra Fajardo, Diego de. Empresas politicas, o Idea de un principe politico cristiano. Volumen 1 Editor J. Oliveres, 1845. Procedencia del original: Biblioteca Nacional Central de Florencia [1].
  • Señor, Luis (1ª ed. 1997 / 2017). Diccionario de citas. Espasa Calpe.  ISBN 8423992543.