Cuenca
municipio de la provincia de Cuenca, España
Cuenca es un municipio español perteneciente a la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha y una ciudad, capital de la provincia homónima.
Citas
editar- «Buena es Cuenca para ciegos».
- Fuente: Refranes geográficos de Cuenca o cómo reírse del pueblo de al lado.[1]
- «Con los de Cuenca, ni trato ni cuenta».
- Fuente: Refranes geográficos de Cuenca o cómo reírse del pueblo de al lado.[1]
- «De Ciudad Real el tasajo y de Cuenca el zarajo».
- Fuente: Refranes geográficos de Cuenca o cómo reírse del pueblo de al lado.[1]
- «Di que eres de Cuenca y entrarás de balde».
- Fuente: Refranes geográficos de Cuenca o cómo reírse del pueblo de al lado.[1]
- «Dios te dé viña en Cuenca y mujer fuerte y pleito en Huete».
- Fuente: Refranes geográficos de Cuenca o cómo reírse del pueblo de al lado.[1]
- «En Cuenca hay un puente para pasar Moscas».
- Fuente: Refranes geográficos de Cuenca o cómo reírse del pueblo de al lado.[1]
- «Júcar y Huécar, y Cuenca en medio. Y júntanse en el Remedio».
- Fuente: Refranes geográficos de Cuenca o cómo reírse del pueblo de al lado.[1]
- «Morteruelo y ajoarriero son en Cuenco lo primero».
- Fuente: Refranes geográficos de Cuenca o cómo reírse del pueblo de al lado.[1]
- «Mozos de Cuenca y potros de Carboneras, hasta las eras».
- Fuente: Refranes geográficos de Cuenca o cómo reírse del pueblo de al lado.[1]
- «Ni viña en Cuenca ni pleito en Huete».
- Fuente: Refranes geográficos de Cuenca o cómo reírse del pueblo de al lado.[1]
- «Por golosina de Cuenca no dejes tu rueca».
- Fuente: Refranes geográficos de Cuenca o cómo reírse del pueblo de al lado.[1]
- «Si Cataluña fuera independiente, el Grupo Planeta se tendría que ir a Zaragoza, a Madrid o a Cuenca. No hay ningún negocio editorial que tenga la sede en un país extranjero o que hable otro idioma».
- José Manuel Lara
- Fuente: El Mundo. 28/09/2012.[2]
- «Yo escribo la historia de la gran ciudad de Cuenca, celebrada de los antiguos y modernos, ilustre por la antigüedad de su fundación y origen, magnífica por la suntuosidad de sus edificios, admirable por su disposición, eminencia y grandeza, venerable pro haber producido tantos varones famosos en letras, armas, virtud y santidad, insigne por la nobleza de los caballeros que tienen de ella principio, leal por la fidelidad de sus hijos que en servicio de sus Reyes derramaron esa sangre generosa con que se consagraron a la inmortalidad, deleitosa por la fertilidad de los campos y vegas que maravillosamente le rinden frutos sazonados, saludable por los vientos que corrigen los vapores de la tierra los humores de sus ríos, apacible por la abundancia de las aguas que la adornan y rodean».
- Juan Pablo Mártir Rizo.
- Fuente: Historia de la ciudad de Cuenca (1629)[3]