Arturo Jauretche

pensador, escritor y político argentino
Arturo Martín Jauretche
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Arturo Martín Jauretche (Lincoln, provincia de Buenos Aires, 13 de noviembre de 1901 – Buenos Aires, 25 de mayo de 1974) fue un pensador, escritor y político argentino. Popularizó en la literatura política las palabras zoncera, cipayo, vendepatria y oligarca.

  • «Ignoran que la multitud no odia, odian las minorías, porque conquistar derechos provoca alegría, mientras perder privilegios provoca rencor».
  • «La política es la historia del presente y la historia es la política de épocas pasadas».
  • «Lo nacional es lo universal visto por nosotros».
  • «Los intelectuales argentinos suben al caballo por la izquierda y bajan por la derecha».
  • «El arte de nuestros enemigos es desmoralizar, entristecer a los pueblos. Los pueblos deprimidos no vencen. Por eso venimos a combatir por el país alegremente. Nada grande se puede hacer con la tristeza».
  • «No existe la libertad de prensa, tan solo es una máscara de la libertad de empresa».
  • «Las disputas de la izquierda argentina son como los perros de los mataderos: se pelean por las achuras, mientras el abastecedor se lleva la vaca».
  • «Yo no soy un vivo: soy apenas un gil avivado».
  • «El nacionalismo de ustedes se parece al amor del hijo junto a la tumba del padre; el nuestro, se parece al amor del padre junto a la cuna del hijo. [...] Para ustedes la Nación se realizó y fue derogada; para nosotros, todavía sigue naciendo».
  • «Todos los sectores sociales deben estar unidos verticalmente por el destino común de la Nación. [...] Se hace imposible pensar la política social sin una política nacional».
  • «Lo actual es un complejo amasado con el barro de lo que fue y el fluido de lo que será».
  • «La falsificación [de la Historia] ha perseguido precisamente esta finalidad: impedir, a través de la desfiguración del pasado, que los argentinos poseamos la técnica, la aptitud para concebir y realizar una política nacional. Mucha gente no entiende la necesidad del revisionismo porque no comprende que la falsificación de la Historia es una política de la Historia, destinada a privarnos de experiencia que es la sabiduría madre».
  • «Ahora a Gardel en vez de escucharlo, lo analizan. Es un disparate pedirle conciencia de clase, como es un disparate pedirle conciencia de clase a Cassius Clay o a Bonavena. Él es un mito. Como Rockefeller, con la diferencia que este no fue un cantor de éxito, que empezó de abajo, prosperó y se adaptó a su público. A un hombre que canta bien no se le pregunta si traiciona o no a su clase.
  • «Me he preocupado permanentemente de divulgar los métodos utilizados para magnificar o disminuir los acontecimientos o los personajes, sin necesidad de recurrir a la burda mentira, entre otras formas divulgando ciertas técnicas periodísticas que hoy ya son de conocimiento general. Por ejemplo, lo que se hace con el titulaje, con el cuerpo de letra, con el recuadro, con la foto, etc, destacando unos hechos y disminuyendo otros, así como con la colocación de la noticia en páginas principales, o perdidas entre los avisos, y sobre todo por el manejo de las páginas impares y pares que permiten poner lo que se quiere difundir en la página que da frente ala derecha, la nono, y las que se quiere ocultar o disminuir en la página par, a la izquierda, en el revés de la hoja».
  • «Comprobamos que los hechos unifican y las abstracciones dividen y que por sobre la carnadura de los acontecimientos, las divergencias del nivel ideológico pierden importancia ante la demanda de las soluciones».
  • Arturo Jauretche paseaba con un amigo mirando una marcha opositora a Perón.
    ―Son muchos ―dijo el amigo.
    ―Pero están condenados al fracaso ―respondió Jauretche.
    ―¿Por qué?
    ―Fijate cuántos jóvenes hay.

Fuentes

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