Amy Tan

escritora estadounidense
Amy Tan
«¿Hay que perdonar? No, ¿por qué? Tampoco eso nos impide amar a quien nos ha hecho daño, pero quien diga que perdona ciertas cosas, como el abandono de una madre o la infidelidad de un esposo, miente».
«¿Hay que perdonar? No, ¿por qué? Tampoco eso nos impide amar a quien nos ha hecho daño, pero quien diga que perdona ciertas cosas, como el abandono de una madre o la infidelidad de un esposo, miente».
Véase también
Biografía en Wikipedia.
Multimedia en Wikimedia Commons.
Datos en Wikidata.
Esta página contiene citas de una persona actualmente viva.
Dependiendo de cómo se publicaran, pueden estar protegidas por derechos de autor. Deben usarse según las políticas de licencias de Wikiquote.

Amy Tan (chino: 譚恩美; pinyin: Tán Ēnměi), nacida el 19 de febrero de 1952, es una escritora de Estados Unidos que explora las relaciones entre madres e hijas y lo que significa ser parte de la primera generación de asiáticos americanos. En 1993, la adaptación cinematográfica de su trabajo más popular, El Club de la Buena Estrella, llegó a ser un éxito comercial.

  • «Consumían opio, me dijeron que era una persona callada, pero que tenía un temperamento violento, que era la favorita, que disponía de la mejor habitación, no sufría la posición inferior que se le suponía a una cuarta esposa». [1]
    • Nota: Hablando de la abuela, sobre la que escribió el libro El valle del asombro.
  • «En el transcurso de los años me contó siempre la misma historia, con excepción del final, cada vez más oscuro, que arrojaba largas sombras sobre su vida, y, finalmente, también sobre la mía».
    • Fuente: Capítulo I del Club de la Buena Estrella.
    • Nota: Se refiere a la historia sobre su vida en China que la madre contaba a la hija.
  • «Existía una relación de amor que se fraguó con ella como cortesana, quizás, y esa relación tenía varias aristas y versiones. Una, que había hecho un trato mediante el cual, a cambio de un hijo, ella recibiría una casa en la ciudad» [1]
    • Nota: Hablando de la abuela, sobre la que escribió el libro El valle del asombro.
  • «¿Hay que perdonar? No, ¿por qué? Tampoco eso nos impide amar a quien nos ha hecho daño, pero quien diga que perdona ciertas cosas, como el abandono de una madre o la infidelidad de un esposo, miente». [1]
  • «La anciana recordaba un cisne que comprara hacía muchos años en Shanghai por una suma ridícula. Aquella ave, se jactó en su momento el vendedor del mercado, fue un pato que estiró el cuello con la esperanza de convertirse en ganso, ¡y míralo ahora! es demasiado hermoso para comerlo.
    Luego la mujer y el pato navegaron a través de un océano que tenía muchos li de extensión, estirando sus cuellos hacia Estados Unidos. Durante la travesía ella arrullaba al cisne diciéndole: "En América tendré una hija igual que yo, pero allí nadie dirá que su valía se mide por la sonoridad del eructo de su marido, allí nadie la mirará con desprecio, porque la obligaré a hablar sólo en perfecto inglés norteamericano. ¡Y allí estará demasiado saciada para tragar ninguna pena! Sabrá lo que quiero decir porque le regalaré este cisne... un animalito que llegó a ser más de lo que se esperaba de él"». [2]
    • Fuente: Plumas desde mil li de distancia, de Club de la Buena Estrella.
  • «Mi madre siempre creyó que mi abuela había sido obligada a convertirse en cuarta esposa de un poderoso cacique, un hombre al que no amaba y que se suicidó por la vergüenza que llegó a sentir a raíz de ello. Si le hubieran dicho que en realidad era una cortesana, por cualquier circunstancia, por cualquier razón, ¿qué me hubiera contado? Si yo se lo hubiera planteado, creo que lo habría negado». [1]
    • Nota: Hablando de la abuela, sobre la que escribió el libro El valle del asombro.
  • «Mi padre me ha pedido que ocupe la cuarta esquina en el Club de la Buena Estrella, sustituyendo a mi madre, cuyo puesto ante la mesa de mah jong está vacío desde que falleció hace un par de meses. Mi padre cree que la mataron sus propios pensamientos». [2]
    • Fuente: Comienzo del capítulo I del Club de la Buena Estrella.
  • «Siempre que estoy con mi madre, siento como si tuviera que pasar todo el tiempo evitando minas terrestres». [3]
    • Texto original en inglés: «Whenever I'm with my mother, I feel as though I have to spend the whole time avoiding land mines».
    • Fuente: Capítulo I, The shop of the gods, de The Kitchen God's Wife.

Referencias

editar
  1. 1,0 1,1 1,2 1,3 Entrevista de Jesús Ruiz Mantilla del 22 de febrero de 2014 para El País. Consultado el 28 de marzo de 2017.
  2. 2,0 2,1 Tan, Amy.El Club de la Buena Estrella. Editorial Grupo Planeta Spain, 2014 ISBN 978-84-0812-584-6.
  3. Tan, Amy. The Kitchen God's Wife. Editorial Penguin, 2006. ISBN 978-11-0100-715-0.